Gabriel Montenegro/DLA.- El paro obligado por la pandemia de Covid-19 y la grave recesión económica que ha sufrido nuestro país ha obligado a muchos industriales, emprendedores y empresario a tomar maletas en busca de nuevos derroteros para tratar de sobrevivir.
El estado Trujillo no escapa por supuesto a esta contundente realidad, sin embargo, muchos de los que se quedaron aguantando el “chaparrón” inflacionario, han podido a duras penas soportar la severa crisis y /o mantener al menos sus proyectos de inversión regional.
La Zona Industrial “ Carmen Sánchez de Jelambi”, desde su fundación por allá por los años sesenta, en el sector San Luis de Valera, en la parte norte de la ciudad, ha sido zona de enorme trascendencia en la economía regional y muchas fueron las empresas que se establecieron en su perímetro, generalmente fábrica de productos agrícolas, talleres de maquinaria, fabricas de colchones, depósitos de alimentos, industrias de concentrados, empresas y depósitos de productos de consumo masivo, además de ensambladoras, repuestos y por supuesto la empresa “Venvidrio”, antes Favianca, la cual también mantiene su operatividad, aunque en mediana proporción.
Abandono evidente
Desconocemos cuál es la mecánica establecida por las autoridades municipales para el cuidado y mantenimiento de este importante sector de la actividad industrial, o si por el contrario son los pisatarios y dueños de empresas allí asentadas, quienes tienen la responsabilidad de su atención y mantenimiento, donde resalta por supuesto la vialidad, limpieza de terrenos y zonas verdes, amén de la necesaria iluminación; pero lo que si es cierto es que varias de sus avenidas han sido tomadas como botadero de basura y todo tipo de desecho, tanto sólido como biodegradable, lo cual ofrece un espectáculo pútrido y deprimente.
Basura, cartones viejos, restos de escombros, perros muertos en descomposición y restos de comida también descompuesta, son los “adornitos” que encuentran quienes transitan por las vías de la Zona Industrial, además de que el Aseo Urbano y Domiciliario que recoge la basura de varias empresas brilla por su ausencia.
Destaca además, que varias factorías cerraron puertas y sus propietarios no volvieron a hacer limpieza y mantenimiento a la estructura y zonas exteriores, lo cual agrava aún más la situación.
Como recomendación para solucionar este problema, el cual se solventaría con un poquito de buena voluntad y efectividad oficial, hacemos no solo el llamado a la Comisión de Servicios Públicos del Concejo Municipal de Valera, a la Dirección de Aseo Urbano y Domiciliario en manos de Alexander “Raquetti” Romero, y por supuesto a los dueños de empresas que arrojan sus desechos a las aceras y áreas de caminerías (zona peatonal), para ponerse de acuerdo y emprender una especie de “plan Cayapa”, con la finalidad de retirar esos desechos, hacer una limpieza general de los terrenos y llamar a los responsables de las edificaciones cerradas, a fin de recuperar el brillo que en otros tiempos tuvo nuestra Zona Industrial, orgullo de la economía valerana.
Por supuesto que DLA forma parte de la empresas establecidas en este sector y no podíamos menos que sumarnos a esta cruzada, en función de crear conciencia, reflexión y lejos de ensuciar más bien aportar nuestro grano de arena por mejorar la faz de este pedacito de coincidencia local en el trabajo creador y el emprendimiento de los valeranos. Ahí les queda eso!.