Jose Rojas
«Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien» Romanos 8:28
¡Un amigo mío no cristiano, tiene un hábito irritante de decir, «¡Todo está bien!» No importa cuáles sean las circunstancias. Finalmente, yo tenía bastante con: «¡¿qué quieres decir con está todo bien? No está todo bien. ¿Consideras que la gente piensa que no alcance su sueldo este bien? Estás completamente equivocado.» Él me contestó: «Oye, no pensé afectarte. Tú eres quien es un cristiano. ¿No crees que Dios es bueno?»
La pregunta de este compañero, es una de las buenas y ha sido hecha durante cientos de años con algunas variaciones: «¿cómo puede un Dios bueno y amoroso crear un mundo donde las catástrofes matan a tantas personas? ¿Puede el mundo girar fuera del control de Dios hasta que algún acontecimiento futuro ocurra? ¿Tal vez Él ha dejado de preocuparse? ¿Si Dios lo creó todo, y hay mal en el mundo, entonces creó Dios el mal? ¿Significa esto que Dios es malo? O tal vez Dios ni existe.»
Los cristianos también hacen preguntas, no sólo los escépticos o ateos. Por ejemplo: «¿cómo Dios permite que algo como el Holocausto pasara? Y más preguntas personales como: «¿por qué falló mi matrimonio? ¿Por qué me insultó mi padre? ¿Por qué padezco el cáncer? ¿Por qué murió mi niño? ¿Qué pasa con el mundo, y por qué está el mal en él?»
Muchos cristianos contestan a estas preguntas con el pasaje de hoy: «… a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien»… «¿Bien, si Dios trabaja en todas las cosas para el bien de aquellos que le aman, todo lo que sucede es bueno? ¿Estamos de acuerdo con mi hermano: ¿¡Todo está bien!?'» No pienso que sea así. ¿Y usted?
Imagino un Niño nacido sin rostro. Me pregunto si sus padres pensaron que estaba bien. Las decenas de miles de personas que gracias a la Diáspora, han dejado a sus familias, a aquellos que no tienen hogar, ni que comer. Me pregunto si alguien pensó que estaba bien. ¡Créame, de lo que pasa en esta tierra no está «todo bien»! Pero déjeme decirle lo que estaba bien: el amor de su hermano y hermana que aceptaron incondicionalmente al Niño sin rostro, (sin tener en cuenta su aspecto físico).
El pecado ha infectado el mundo una y otra vez. El resultado es tanto la deformidad trágica de un bebé recién nacido, como el decaimiento de la tierra expresado por terremotos, inundaciones, emigraciones en masa, y otros por el estilo. No está todo bien, pero intuitivamente sabemos que todas las cosas obran juntas para bien. Pablo no dijo, «quiero que usted sepa» o «voy a enseñarle», él dijo, «sabemos, además, que… todas las cosas…» En otras palabras, por el Espíritu sabemos de manera innata, y por la experiencia hemos visto antes, cómo Dios ha dispuesto todo para bien. Por lo tanto, podemos seguir confiando en Él para seguir trabajando para nuestro bien y Su gloria. ¡No todo es bueno, pero Él es Bueno!
Nuestro pasaje hoy no nos dice que todo lo que nos pasa está bien. Realmente dice, no importa la situación, mala o buena, estas cosas juntas obrarán para bien si amamos a Dios. Dios resuelve sus objetivos dentro de nosotros. ¿Cree usted en Dios? ¿Cómo le pide Él aplicar Su Palabra hoy?
Fuente Liga del Testamento
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