Consultorio para el Alma | ¿Has aprendido tus modales? | Por: José Rojas

 

“El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres y enalteció al pueblo siendo ellos extranjeros en tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella. Por un tiempo como de cuarenta años los soportó en el desierto, y habiendo destruido siete naciones en la tierra de Canaán, les dio en herencia su territorio. Después, como por cuatrocientos cincuenta años. Hechos 13:17-20

Al llegar a Antioquía Pisidia, Pablo y Bernabé fueron a la sinagoga en Sabbath (sábado). En nuestro pasaje de hoy, Pablo ha comenzado su discurso recitando brevemente la historia familiar de la salida de los hebreos de Egipto y la búsqueda de la «tierra prometida». Hay dos pequeñas frases que  llaman la atención al leer el versículo 4, la primera: «Él [refiriéndose a Dios] soportó su conducta durante unos cuarenta años en el desierto«, y la segunda: «Todo esto sucedió alrededor de 450 años.» La Versión King James traduce la frase «soportó su conducta», como «sufrió sus costumbres». ¿Alguna vez has estado cerca de alguien que carecía de buenos modales? Tal vez un convidado o un compañero de juego de tus hijos? A eso es a lo que Pablo se refiere acerca de la gente que Dios sacó de Egipto. Dios «sufrió su conducta».

Cuando mi hermano Isbel, era niño, destetaba ser bañado con agua fría, cada vez que le tocaba el baño solía gritar y llorar, recuerdo que en una ocasión  trate de distraerlo para poder bañarlo, pero sucedió lo contrario fueron peor su llanto y gritos.

Ante esta situación mi hermana Belkis, la mayor, lanzo la frase “Hay que enseñarle buenos modales a este niño” Ahora Isbel se ha convertido en un buen hombre. Ahora tiene hijos propios por lo que es realmente «tiempo de recibir su paga». Aunque  no le gusta que  cuente esta historia, el punto que estoy enfatizando aquí es que por mucho que tratara, no podría cambiar el comportamiento de Isbel. Era algo sobre lo que él tenía que crecer y madurar, y tuve que sufrir hasta que lo hizo.

Dios sufrió la conducta de los hijos de Israel durante 40 años en el desierto. Les llevó otros 450 años antes de que recibieran su herencia completa (la tierra prometida). ¿Por qué? Porque les tomó todo ese tiempo aprender sus buenas costumbres.

¿Cuánto tiempo has estado vagando en el desierto?  ¿En qué área tienes falta de modales? ¿Será en alabar y dar gracias a Dios? ¿Será en tu deseo de ser servido versus servir? ¿Será en el lío que has hecho de tu vida, tu matrimonio, tus finanzas, tus relaciones? ¿O eres como un niño rebelde que se queja, grita y llora cada vez que algo no le gusta? Sabemos que Dios tiene el compromiso por nuestro crecimiento espiritual. Él te acepta por lo que eres hoy, pero ama lo suficiente como para no dejar que te quedes donde estás. Escribe las áreas en las que te faltan modales. Ahora, pregúntate – ¿Dónde está el cambio necesario? Y ¿qué necesito para que el cambio se produzca?

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