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El reciente informe preliminar del Panel de Expertos de la ONU sobre las elecciones presidenciales venezolanas, celebradas el 28 de julio de 2024, ha levantado serias preocupaciones sobre la transparencia y la legitimidad del proceso electoral.
Invitado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), en virtud del Acuerdo de Barbados de octubre de 2023, este Panel, compuesto por cuatro expertos electorales, estuvo presente en el país desde finales de junio hasta el 2 de agosto de 2024, con el objetivo de monitorear y reportar internamente al Secretario General de la ONU sobre el desarrollo de los comicios.
A diferencia de las misiones de observación electoral tradicionales, el Panel no estuvo designado para emitir una evaluación pública del resultado de las elecciones. Su función se centró en observar, analizar y hacer recomendaciones para futuras mejoras en el proceso electoral venezolano.
El informe preliminar destaca un contexto electoral complicado
El texto señala que las elecciones presidenciales estuvieron marcadas por una contienda polarizada entre el presidente en funciones, Nicolás Maduro, y el candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia, de la Plataforma Unitaria Democrática. A pesar de la fuerte rivalidad, el periodo preelectoral se desarrolló en un ambiente relativamente pacífico, aunque no exento de dificultades.
El informe subraya que el espacio cívico y político estuvo sujeto a restricciones continuas, con la campaña del gobierno dominando los medios de comunicación estatales y con un acceso limitado para los candidatos de la oposición. Además, varias figuras políticas prominentes vieron restringido su derecho a postularse para cargos públicos, lo que contribuyó a un entorno electoral marcado por la desigualdad de condiciones.
Desarrollo de la jornada electoral
El panel indicó que el día de la elección se desarrolló en un ambiente mayormente pacífico, con una logística bien organizada por parte del CNE. A pesar de algunos inconvenientes técnicos menores, estos fueron rápidamente solucionados, y los votantes mostraron paciencia y entusiasmo por participar, a pesar de los largos tiempos de espera y cambios de última hora en las mesas de votación.
El CNE reportó una participación del 59,97% de los votantes registrados, una cifra significativamente superior a la de las elecciones presidenciales de 2018, que registró una participación del 45,74%. Este aumento en la participación fue notable y reflejó un renovado interés por parte de la población en el proceso electoral.
El informe preliminar resalta las controversias en la transmisión de resultados
Uno de los puntos más críticos del informe se refiere a la transmisión de los resultados electorales. Aunque el sistema de votación electrónica fue elogiado por su diseño y fiabilidad, el proceso de transmisión de resultados experimentó problemas significativos. Tras el cierre de las mesas de votación, la transmisión electrónica se detuvo abruptamente, lo que generó incertidumbre y desconfianza.
El CNE atribuyó el problema a un supuesto ciberataque terrorista, lo que ocasionó un retraso en el proceso de tabulación. Sin embargo, la decisión del CNE de posponer y eventualmente cancelar auditorías post-electorales clave, incluyendo una sobre el sistema de comunicación, ha generado dudas sobre la transparencia del proceso.
Resultados bajo escrutinio
En las primeras horas del 29 de julio, el CNE anunció que Nicolás Maduro había ganado la elección con un 51,2% de los votos, mientras que Edmundo González obtuvo el 44,2%. Sin embargo, esta proclamación inicial, basada en el 80% de las mesas escrutadas, fue seguida por un anuncio posterior el 2 de agosto, donde el CNE ajustó los resultados, otorgando a Maduro un 51,95% y a González un 43,18%, con el 96,97% de los votos contados.
El informe de la ONU critica la falta de publicación de resultados desglosados por mesa de votación, un requisito estipulado en el marco legal electoral venezolano. Además, el CNE no cumplió con su promesa de publicar los protocolos de resultados impresos, lo que ha debilitado la confianza en la integridad del proceso electoral.
Repercusiones y protestas
Las irregularidades en la gestión de los resultados electorales han tenido serias repercusiones. Tras el anuncio de los resultados, se registraron protestas en varias partes del país, que resultaron en la muerte de más de 20 personas y la detención de más de 1.000 entre el 29 de julio y el 2 de agosto, según diversos informes.
Además, el Presidente Maduro presentó un recurso contencioso electoral ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, solicitando una revisión del proceso y la verificación de los resultados. El Tribunal ha confirmado la recepción de los documentos del CNE y ha anunciado que llevará a cabo un proceso de peritaje, aunque los detalles de esta evaluación aún no se han revelado.
Conclusiones del Panel de Expertos en el informe preliminar
El informe preliminar del Panel de Expertos de la ONU concluye que la gestión de los resultados por parte del CNE no cumplió con los estándares básicos de transparencia e integridad, esenciales para la realización de elecciones creíbles. La falta de publicación de detalles o resultados tabulados, así como el incumplimiento de los plazos legales y regulatorios, han erosionado la confianza en el proceso electoral entre una parte significativa del electorado venezolano.
El Panel también señaló que el anuncio de los resultados sin el respaldo de datos verificables es un hecho sin precedentes en elecciones democráticas contemporáneas, lo que subraya la gravedad de la situación. Aunque el Panel no se propuso verificar o revisar el total de los votos, sí revisó una pequeña muestra de los protocolos de resultados disponibles públicamente, que mostraron que los dispositivos de seguridad estaban en su lugar, sugiriendo que, en teoría, existe una medida de salvaguardia clave para la transparencia.
Cooperación limitada y el camino por delante
A pesar de la cooperación inicial de las autoridades venezolanas, el Panel expresó su preocupación por la falta de acceso a la Junta Directiva del CNE después del cierre de las urnas, lo que dificultó su capacidad para llevar a cabo una evaluación completa del proceso electoral.
El informe completo del Panel, que se espera en los próximos meses, abordará no solo las elecciones del 28 de julio, sino también el marco legal, el registro de votantes, la inscripción de candidatos, y otros aspectos críticos del proceso electoral venezolano. Las recomendaciones de este informe serán cruciales para futuras reformas que puedan fortalecer la integridad del sistema electoral en Venezuela.
En un país donde la desconfianza hacia las instituciones es alta, las observaciones y recomendaciones de este Panel de Expertos podrían ser un primer paso hacia la restauración de la confianza en los procesos democráticos y la construcción de un futuro más transparente y equitativo para todos los venezolanos.
El informe preliminar deplora un manejo de resultados sin precedentes por parte del CNE
El Panel concluye que, en su experiencia, el manejo de los resultados por parte del CNE carece de precedentes en elecciones democráticas contemporáneas, y sus acciones han sembrado dudas profundas sobre la legitimidad del resultado electoral. La cooperación de las autoridades venezolanas con el Panel fue destacada, pero el repentino cese de las interacciones con la Junta Directiva del CNE tras el cierre de las urnas es un punto que ha dejado muchas preguntas sin responder.
En definitiva, Venezuela se encuentra en un momento crítico, donde las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán fundamentales para definir el futuro político del país. Las sombras que rodean este proceso electoral no solo afectan a los resultados, sino que también ponen en riesgo la estabilidad y la paz social en la nación.
Lee el texto íntegro del informe acá: Informe Preliminar PdE Venezuela