Hebert Carrizo
No solo los autos convencionales a gasolina resultan perjudicados al momento de surtir combustible en la región, también aquellos vehículos de carga pesada y es que hay irregularidades con el suministro de diésel, pues no todos los días las estaciones de servicio cuentan con este carburante.
Por tal razón, cuando hay disponibilidad de diésel en las bombas, los chóferes de cavas, camiones, gandolas, autobuses, entre otros, hacen largas filas para llenar el tanque de su vehículo y poder trabajar, ya sea movilizando pasajeros o trasladando mercancía, como alimentos, a otras regiones del país.
Obstrucción del libre tránsito
Las colas son a tal nivel que en ocasiones perjudican el libre tránsito vehicular en las inmediaciones de las estaciones de servicio donde despachan este tipo de hidrocarburo, tal y como ocurre en la bomba Las Américas (municipio San Rafael de Carvajal), donde se ha vuelto común las colas de vehículos pesados en el hombrillo del eje vial, de hecho, pernoctan en el lugar, lo cual es una irregularidad, puesto que se trata de una vía de circulación rápida.
Entre tanto, en la bomba del Punto de Mérida (municipio Valera) el día que llega diésel, la fila se extiende hasta el sector conocido como “La Bajada del Río” y cuando caen las horas pico se forma un embotellamiento justo en el limite entre los municipios San Rafael de Carvajal y Valera, tal y como se aprecia en las gráficas captadas en días recientes, cerca del mediodía, cuando circulaban numerosos carros por esa concurrida vía, mientras en el hombrillo habían vehículos estacionados a la espera del también llamado gasoil.
Transportistas perjudicados
Quienes se encontraban en la cola expresaron que el combustible no llega con regularidad, por esa razón están atentos el día que despachan este tipo de hidrocarburo, pues la idea es mantener el tanque lleno, ya que en el caso de los autobuses se dedican a movilizar grandes volúmenes de persona, mientras las cavas o gandolas, por lo general, trasladan productos de consumo masivo.
“Tenía el camión parado por falta de gasoil, tuve que comprar revendido unos cuantos litros para poder venir hasta la bomba y colocar el tanque full, me vine a las 9:00 a.m. son las 2:00 de la tarde y todavía no comienzan a surtir”, relató Yoel Pérez, quien trabaja en su camión movilizando arena, piedra y demás material de construcción.
Pérez manifestó que la situación afecta a camioneros y gandoleros, quienes temen quedarse varados por falta de combustible. Recordó que hace tiempo las Estaciones de Servicios autorizadas tenían regularmente diésel en su inventario y ahora escasea por varios días.
Por su parte, Joel Abreú, quien también se encontraba en la cola explicó que dejó de hacer un viaje de trabajo por no contar con suficiente combustible para llegar al destino, detalló que en ocasiones en la carretera tampoco se consigue el diésel, lo que representa una complicación para quienes hacen recorridos de rutas largas.
Especificó que algunas veces, ciertas estaciones de servicio limitan la cantidad de combustible a surtir y solo expenden cien litros a vehículos con tanques que tienen capacidad para doscientos litros.
Al consultar a trabajadores de la Estación de Servicio Punto de Mérida estos admitieron que no todos los días disponen de diésel, pero aseguraron que les llega en promedio una gandola cada cinco días con el suficiente cargamento para surtir a los usuarios de la localidad.
Este es el panorama que se presenta en Trujillo y que refleja el deterioro de la red encargada de suministrar combustible en el país, la cual presenta fallas e irregularidades en los últimos años, afectando al usuario y a la población en general que necesita la continua movilización.
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