Nueva Capital Administrativa (Egipto), 21 oct (EFE).- La Cumbre para la Paz que se celebra este sábado en Egipto para buscar salidas a la crisis en Gaza, constató tanto el respaldo a la solución de los dos Estados para el conflicto de Israel y Palestina como el abismo de sensibilidad entre el mundo árabe y Occidente a la hora de valorar la situación de los palestinos.
Representantes de 34 países y organismos internacionales, entre ellos varios jefes de Estado y de Gobierno, como el español Pedro Sánchez y el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, participan en un encuentro organizado por el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, en la Nueva Capital Administrativa, una ciudad de nueva planta ubicada en el desierto a unos 50 kilómetros al este de El Cairo.
Todos los invitados que expresaron su opinión al inicio de la reunión fueron categóricos en defender las mismas ideas: la coexistencia de dos Estados es la única solución viable al conflicto, las vidas civiles deben ser protegidas en todas partes y la ayuda humanitaria debe poder entrar en la Franja de Gaza.
¿Menos importantes?
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, instó hoy a fijar una hoja ruta para que la ayuda a Gaza siga fluyendo a través del paso de Rafah, que ha sido abierto esta mañana, y se termine la «crisis humanitaria» en el enclave palestino.
El paso de Rafah se abrió este sábado finalmente para la entrada de camiones de ayuda humanitaria en el enclave palestino, bajo asedio del Ejército de Israel como castigo a la población gazatí tras el brutal ataque del islamista Hamás contra el Estado judío del pasado 7 de octubre.
El presidente egipcio, país que ha actuado como histórico mediador entre Israel y Palestina, se preguntó si no es el momento ya para que se acaben los conflictos en Oriente Medio: «¿No es el momento para buscar soluciones para las crisis en Oriente Medio?».
Justo después, fue el rey de Jordania, Abdalá II, quien hizo su discurso en inglés y ha sido uno de los más comentados de la jornada.
«El mundo árabe escucha que la vida de los árabes, nuestra vida, es menos importante que la vida de los demás y que la ley internacional es optativa», señaló en este mensaje completamente desolador.
El monarca, la figura más cercana a Occidente y cuyo país reconoce a Israel, habló en un tono duro ante los asistentes.
Aseveró que estos ataques de Israel contra «la paz son peligrosos y rechazados en todos los niveles. Sobre personas encerradas sin solución, sin ayuda…Son crímenes de guerra. Pero la importancia que le da el mundo, que cada día condena ataques contra civiles, y sus responsables…».
Quiso hacer hincapié que «había un conflicto parecido hace poco», sin mencionarlo, pero ahora con este en Gaza «no hay condenas».
«Israel decidió encerrar Gaza, y continúa el silencio internacional», zanjó.
Europeos antihamás
En el lado europeo, las premisas estuvieron claras: Hamás es un grupo terrorista y no representa a los palestinos.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, sostuvo hoy que Hamás busca minar el diálogo en Oriente Medio con su ataque a Israel y avisó de que sería «estúpido» caer en «la trampa».
«Nuestro interés es que lo que ocurre en Gaza no se convierta en un conflicto mucho más amplio, en una guerra de religiones, en un choque entre civilizaciones, haciendo vanos los esfuerzos que, incluso valientemente, se han hecho estos años en sentido contrario, para normalizar las relaciones», alegó.
La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, responsabilizó a Hamás «del sufrimiento de todos» en la Franja de Gaza y en Israel, un grupo que «no habla por Palestina» y que sólo emplea «el lenguaje del terror».
El ministro de Exteriores británico, James Cleverly, culpó a Hamás de la crisis y «del dolor de los Palestinos en Gaza, cuya vida es más peligrosa ahora por culpa de su ataque», señalo que el conflicto entre Israel y Palestina «lleva tiempo levantando pasiones» y que el peligro actual es la «polarización» aún mayor de la situación. EFE