Mientras la MUD convoca a protesta en contra de la elección presidencial, Henri Falcón se presenta como el hombre que desafía a la oposición tradicional y que quiere pelear por la presidencia de Venezuela contra Nicolás Maduro. Su capacidad de atraer al votante de izquierda, al chavista crítico o descontento con Maduro lo sitúan como un rival fuerte, sin embargo una incógnita lo asecha: ¿será suficiente para ganar una desigual carrera por la silla de Miraflores sin la maquinaria de la MUD blindando el voto anti-madurista?
“Los líderes de la oposición parecen tener claro que su primer objetivo es derrotar a la misma oposición, luego se encargarán del régimen chavista pero, en principio, se enfocan en aplastar a sus propios aliados”. Pedro Pablo Peñaloza
“No dejemos que la mezquindad impida el cambio. Si alguien piensa que hay otro camino legítimo para sacar la satrapía, que lo ponga también en ejecución. En la unión de las fuerzas alternativas está la posibilidad de salvación”. Oscar Arnal
A finales de 2017, con aspiraciones presidenciales pero sin oficialización de ninguna candidatura, Henri Falcón ante la interrogante de cómo ganarle al chavismo-madurismo con una oposición desunida, comentó: “Debe haber una recomposición de una nueva plataforma opositora del país que trascienda los partidos (…) que es el 70% de la calle que rechaza al Gobierno. Pero no sobre el interés de cuatro partidos”.
Como es bien sabido, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) retiró su respaldo a la aspiración presidencial de Falcón, a quien incluso le han calificado de “chavista”, a pesar de éste haber sido jefe de campaña del entonces candidato presidencial Henrique Capriles (en 2013) y de haberse distanciado del mismísimo fallecido presidente Hugo Chávez, al oponerse a la expropiación de unas instalaciones pertenecientes a Empresas Polar en el estado Lara.
Oposición contra oposición
Que una candidatura presidencial no haya “nacido” del seno de la MUD, no quiere decir que no sea de oposición. El oponerse al Gobierno de turno va más allá de simpatizar, militar o contar con el apoyo de la MUD, así lo deja entrever el articulista de Runrunes, Pedro Pablo Peñaloza. Y a raíz de esta idea es oportuno preguntarse: ¿y si el candidato presidencial fuera de AD, PJ, VP O UNT? ¿La MUD lo hubiera respaldado? Juzgue usted.
“¿Por qué aspiro a la Presidencia?”. Con esta interrogante, Henri Falcón tituló el artículo que publicó en el diario The New York Times. Es Peñaloza quien analiza este escrito. Dice que los líderes de la oposición parecen tener claro que su primer objetivo es derrotar a la misma oposición, “luego se encargarán del régimen chavista pero, en principio, se enfocan en aplastar a sus propios ‘aliados’”.
“Partiendo de esta premisa, puede entenderse lo que significó ‘La salida’ impulsada por Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma en 2014. Antes que encarnar un movimiento para defenestrar al régimen chavista, ‘La salida’ de López expresó la pelea por el control de la conducción de la oposición”.
El famoso G4
Peñaloza cree que en aquel entonces, López trató de desplazar a Henrique Capriles Radonski –fustigándolo por su reacción tras la derrota en las presidenciales de abril de 2013- y con Voluntad Popular se levantó contra la línea impuesta por Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo. “En ese momento, el famoso G4 (que agrupa a esos cuatro partidos) era una especie de G3-1 y López se rebeló para tratar de imponer la vía insurreccional”.
A su criterio, la llamada “Unidad” se resintió, Ramón Guillermo Aveledo -cuestionado por Voluntad Popular- renunció a la secretaría ejecutiva de la alianza y mientras los miembros del entonces G3 acordaban luchar por las elecciones parlamentarias, el partido de López decía que no era suficiente con ganar el Parlamento, recogía firmas por una Constituyente y desarrollaba una agenda particular. Al final, todos se encontrarían en las legislativas y conquistarían el último éxito que se le recuerde a la oposición. ¿Repetirán la hazaña en las presidenciales? La posibilidad está en la puerta.
El objetivo
Viéndolo de esta manera, Peñaloza es de la idea que la candidatura presidencial puede ser vista como “La salida”, en este caso de Falcón. “Tiene el efecto de colocarlo en el centro del debate, precisamente a él, que se sentía absolutamente marginado y maltratado por el -ahora sí- G4. Ya se sabe que lo peor que tiene un ‘cogollo’ es no formar parte del mismo. Un ejemplo: Falcón no estaba en la negociación de República Dominicana, que era dirigida por los representantes de PJ, VP, AD y UNT. Pero en esta nueva ‘negociación’ de Caracas con el ministro Jorge Rodríguez, Falcón sí desempeña un rol importante y su voz debe ser atendida”.
Diferencias
En la tesis de Peñaloza, “La salida” de Falcón tiene muchas diferencias con la de López, pero una destaca sobre el resto: “’La salida’ de López fue reprimida a sangre y fuego por el régimen chavista, mientras que la de Falcón es consentida y apoyada. Al menos, hasta la fecha (…) Sometiéndose a las reglas del régimen chavista, el exgobernador defiende el voto, censura a los ‘radicales de lado a lado’, se muestra como el hombre del diálogo”.
¿A dónde apunta?
Quizás las cuentas de Falcón no apunten al corto plazo, ni exclusivamente a los comicios presidenciales. Fortaleciéndose dentro de la oposición, pretendería convertirse en un interlocutor válido ante sectores del chavismo. “Para el líder de Avanzada Progresista, el juego no se acaba con las elecciones de mayo. Menos con este nivel de hiperinflación, escasez y -ahora- noticias de detención de militares”.
En esta coyuntura, Peñaloza enjuicia: “Falcón es, primero que todo, un gran falconista. Respira y aspira. Lo demostró en el Psuv y lo ratifica en la oposición. Dentro de la cárcel del oficialismo, intentó mantener su libertad hasta romper con el mismísimo Hugo Chávez. En este libertinaje que es la oposición, sin disciplinas, estrategias ni jefes políticos, con más razón -y facilidad- abre su propio camino”.
Permisibilidad
Pero es el mismo Peñaloza el que advierte a Falcón: “dicen que en el beisbol nadie corre más rápido que la bola. Falcón debe saberlo. Por ahora, el chavismo le permite existir. El día en que se convierta en una amenaza real, recibirá la misma dosis que ya aplicaron a López y Capriles Radonski. Mientras tanto, asume el protagonismo, se exhibe, nombra a su futuro ministro de Finanzas, expone su programa de salvación nacional y aumenta su peso político en medio de la confusión y la parálisis de sus rivales internos. Difícil predecir cómo será la llegada, pero por lo pronto Falcón emprendió su ‘salida’”. Ahora bien … ¿Y si logra lo que parece difícil? ¿Y si gana?
Datos:
En el último estudio de la encuestadora Datincorp del 19 de febrero de 2018, se revelaron datos interesantes para la actual coyuntura política-electoral.
.-El 56% de los consultados están decididos a votar con las actuales reglas electorales.
.-De haber un cambio en las reglas electorales, el 76% estaría decidido a votar.
.-El 42% de los entrevistados dijeron estar dispuestos a votar por el candidato de la “oposición unida”, llámese como se llame. Nicolás Maduro obtendría el 26% de los votos.
.-En 6 escenarios con candidatos polarizados (oposición desunida) con las actuales reglas de juego, y sólo tomando en consideración a quienes están “totalmente decididos a votar”, Nicolás Maduro ganaría en todos estos escenarios.
.-De haber cambios en estas reglas, Henri Falcón aparece como un candidato con “mayores probabilidades” de ganarle a Nicolás Maduro.
.-El 38% se auto define como “No Alineado” a ningún bloque político, el 33% dice ser “opositor” y el 26% “chavista”.
.-66% de los venezolanos sostiene que es necesario un cambio de gobierno para solucionar la crisis del país.
.-62% de los venezolanos es partidario de buscar una salida a la crisis basada en negociaciones ganar-ganar y votos.
.-Sólo el 28% es partidario de salidas que implican violencia y balas (intervención militar extranjera, intervención militar venezolana y/o rebelión civil).