Luis A. Villarreal P.
Con suficiente cobertura mediática se dan a conocer las renuncias a la Comisión Nacional de Primarias por parte de quienes asumieron el compromiso de representarla en las difíciles —tal vez terribles y no otras— circunstancias nacionales. No obstante, sin ánimo de preferir o aceptar los secretismos encubridores de lo bueno lo malo y lo feo de la Comisión, es preferible, sumamente necesario y conveniente, indagar y aclarar sobre las verdaderas causas o razones de esas renuncias; porque los venezolanos se aprestan a jugárselo todo en los próximos eventos electorales con tal de recuperar el país, raptado y dirigido de fatal manera.
Precisamente cuando el escaso tiempo debe invertirse y aprovecharse en adquirir información y adoptar estrategias, para alcanzar los objetivos tendientes a la organización y fortalecimiento de la Oposición mucho antes de las Elecciones Presidenciales —de manera previa y especial énfasis con la eficiente realización de las Primarias, ‘confirmación’ de los genuinos demócratas y legitimación del liderazgo—; sí es menester tener claro a quién perjudica o beneficia el retiro ‘voluntario’ de la responsabilidad asumida en la Venezuela tormentosa necesitada de sus leales servidores.
Las personas de aceptable formación profesional, seleccionadas y electas con suficiente idoneidad para determinadas responsabilidades —nacionales y patrióticas— deben tener anticipadamente muy claro el compromiso asumido, ajeno a sus acomodaticios e individuales deseos; sobrentendiendo la necesidad nacional como causa relevante; diferente a un simple cargo gremial, empresarial o institucional, mucho menos un espacio para proyectar el ego, sin importar las consecuencias y secuelas de su actitud ante sus compañeros de misión y ante el país
Las circunstancias que rodean a la Comisión Nacional de Primarias deben ser comprendidas en justo término: reconociéndose primeramente la gran responsabilidad sobre sus hombros; el enorme reto a su desempeño; el tamaño de las inmensas ilusiones democráticas de los venezolanos; el caudal de desconfianza en la atmósfera política venezolana enrarecida, ocasionada por deslealtades y traiciones, río revuelto de insidiosos pescadores electorales; y, por supuesto, la presión de sus declarados adversarios a quienes estorba, por cuestiones subalternas y contrarias al interés nacional.
Las explicaciones esgrimidas por la vicepresidenta María Carolina Uzcátegui, causante o ‘justificación’ de su renuncia a la Comisión Nacional de Primarias, se resumen en su correspondencia dirigida a Jesús María Casal, presidente de la Comisión misma, de acuerdo al tenor siguiente:
— “Hoy no están dadas las condiciones técnicas y logísticas para que el proceso de primaria sea una consulta amplia y al alcance de la mayoría de los venezolanos independientemente de su estrato social».
— “el tratamiento que se ha dado a los votantes en el exterior no ha sido sincero. No se cuenta con las capacidades necesarias para atender a una diáspora que, en su mayoría, no podrá participar en el proceso electoral del 2024 gracias a la política sistemática de exclusión sostenida en los últimos años por parte del Gobierno (dictadura) Nacional».
— «Me duele asumir que este proceso de primaria está siendo utilizado por intereses que, lejos de creer en la fortaleza del proceso democrático electoral, hoy juegan a enrumbarnos por proyectos personales y no colectivos».
En medio de sus ‘razones’ y lamentos — circunstancias propias del trabajo de la Comisión asumidas como aviesa crítica a la misma— MCU también exhortó a pensar en el país y sus habitantes:
— «en los mecanismos que nos permitan fortalecer el voto como instrumento para alcanzar los cambios sociales, políticos y económicos demandados por la mayoría del pueblo venezolano».
En respuesta a la situación planteada, se procedió a llenar la vacante nombrando a la respectiva suplente Mildred Camero como la nueva vicepresidenta, y el presidente de la Comisión de Primarias, Jesús María Casal, a través de su red y en otros medio, declaró seguir adelante con el compromiso de las Primarias, e informó optimista de las actividades pautadas por la comisión y el cronograma.
Precandidatos y partidos expresaron su tajante contrariedad por la reciente ‘renuncia’, y en general por las que podrían suscitarse. Complot, conspiración y acecho contra las Primarias; enemigos de la voluntad ciudadana; fueron calificativos y expresiones por causa de renuncias irresponsables en la Comisión.
María Corina Machado, en comunicado de la noche del miércoles pasado ratificó su voluntad de avanzar y defender la consulta, y precisó:
«Hoy, frente a este complot para implosionar la elección del 22Oct, ratificamos que avanzaremos y defenderemos este proceso ciudadano hasta el final».
Vente Venezuela sentenció: «los enemigos de la voluntad ciudadana» deben asumir «su responsabilidad», y les exhortó: «expliquen al país que no será cada venezolano quien escoja el nuevo liderazgo». E insistió: «no será el régimen, ni sus cómplices quienes decidan el candidato y líder de la oposición. Lo escogerá la gente».
Andrés Velásquez, de La Causa R, escribió en su cuenta social: «Estar atentos. La primaria bajo acecho. El reto: blindarlas contra todo».
Roberto Enríquez, de Copei, fue preciso al decir: «hay una conspiración en curso» contra la consulta interna opositora y apuntó que dicha conspiración es «deliberada en unos casos e ingenua en otros». No obstante, consideró, dirigiéndose a Uzcátegui: su renuncia no fortalece la unidad en la oposición. Y fue mucho más certero y explícito, al decir:
«Con todo respeto por la Dra. Uzcátegui, no se fortalece la ruta unitaria renunciando, se fortalece corrigiendo y hablando claro para enmendar lo necesario».
…
Venezolanos, con más razón
Mustios desfachatados,
sin empacho ni moral, hostilizan
el deber ciudadano.
Su lucha les irrita
porque exige una Venezuela digna.
Quienes han sido férreos
opositores, también perseguidos,
serán los nuevos reos
sin culpa de delito.
Su proceso prevaricado es írrito.
De traición a la Patria
los acusan; y es todo lo contrario,
en tanto que salvarla
del oprobio y el maltrato
ha sido su propósito gallardo.
No, los venezolanos
jamás pierden su nacionalidad
por denunciar el daño
nacional sin parar.
Son ellos que no la merecen ya…
L A V P
…
Queda confirmado el rechazo de dirigentes, partidos y seguidores, a las renuncias de quienes habiendo asumido compromiso en los requerimientos de la lucha por la liberación de Venezuela, se detractan sin miramientos ni consideración contra el órgano que dejan y sus ex compañeros de trabajo; interponiendo comentarios como excusa de su actuación, favorecedora del continuismo.