Pasante/ Josir Cegarra
Después de año y medio de la reapertura del paso por los puentes internacionales que comunican a Venezuela con Colombia, por el estado Táchira y el departamento Norte de Santander, empresarios y comerciantes del municipio Pedro María Ureña reportan que no existe el crecimiento económico que esperaban.
Los entrevistados coinciden en que además de la migración y la depresión económica del país, también los ha afectado el aumento de las tarifas de los servicios públicos y la carga tributaria, sin dejar de lado la competencia por los precios de los productos en el vecino país.
Las fallas eléctricas, aunque menos frecuentes que antes, siguen siendo un problema para los comerciantes. La empresa Plásticos Shalom estima que cada falla de dos horas les cuesta cuatro horas de producción debido al tiempo necesario para reiniciar las máquinas. Además, los constantes cambios de voltaje dañan los equipos y generan pérdidas económicas, por lo que se ven obligados a adquirir plantas eléctricas, lo que trae como consecuencia la compra ilegal de gasoil y mayor inversión.
Luz Dary Parada es confeccionista, fabrica zapatos y ropa en general. Cuenta que pasan semanas que no tiene ventas y esperaba que con la reapertura fronteriza su comercio mejorara, pero ha sido lo contrario. “Es una lucha constante, aunque le seguimos apostando al país, no ha sido sencillo”, dice.
Su materia prima es principalmente de Colombia, aunque también compra tela a empresas venezolanas por tratar de cumplir con las normativas de adquisición de la misma, pero manifiesta que es más costosa obtenerla de este lado de la frontera.
Relata que tiene ventas al interior del país, pero asegura que sus clientes enfrentan problemas al viajar a la frontera, pues aunque transiten con permisos y facturas, algunos han sido detenidos y requisados en los puntos de control, lo que estaría influyendo en que no vuelvan al Táchira.
Mery Gómez, tiene ocho años con la Charcutería La Auténtica, en donde las ventas fueron mejores en el año 2023 que en el actual. A pesar de ello, sus clientes colombianos han incrementado, porque según dice “al colombiano les gusta mucho la charcutería venezolana y con el puente abierto, pueden venir en sus carros a comprar”. Los apagones constantes le han causado daños en neveras y enfriadores, generando esto un gasto constante, que se suma al pago mensual de la electricidad que puede variar entre 100 y 200 dólares.
Cambio paralelo
Para el Grupo Aldara, empresa confeccionista de zapatos, el cambio paralelo es uno de los aspectos que afectan a la economía de las empresas, por influir en la cadena de pago de proveedores y compradores. Aseguran que les afecta no poder acceder a dólares del Banco Central de Venezuela (BCV).
Eleyben Valencia es representante del Grupo Adara. Como contadora trata de estar al día con los aspectos tributarios, pero se le hace difícil. Plantea que se realice una ampliación de las importaciones menores, pero con fines comerciales. Que sea de fácil acceso el importar productos extranjeros, ingresar a Venezuela insumos de forma legal con factura, pagar el impuesto y poder sacar una estructura de costos real, ya que destaca que la legalización de los productos colombianos es complicada.
Valencia reafirma que la calidad sigue siendo el principio del empresario venezolano, pero los consumidores prefieren ir a Colombia por bajos precios, aunque la calidad sea menor. Espera que la banca de un apoyo real al empresario, que los créditos sean otorgados a personas que realmente quieran invertir. Asegura que hay diferencias de oportunidades en Colombia, en donde obtuvo un crédito a través de la banca. “Nadie sabe lo que uno sufre, lo que se tiene, lo que se debe, todo el proceso que hay detrás de un comercio”
Farmacias
Las ventas en el gremio farmacéutico también se han visto afectadas, porque por los costos los ciudadanos prefieren adquirir los productos en Cúcuta. Luz Karime tiene una farmacia en Ureña, asegura que las ventas han caído y que ha incrementado la carga tributaria. Denuncia que las tarifas municipales son altas en comparación con los ingresos que tienen los comerciantes, lo que ha generado cierre de comercios y el incremento del desempleo.
Karime también es fisioterapeuta. En esta área le beneficia la llegada de pacientes colombianos por los altos costos de la salud en el vecino país, pero el miedo a sufrir abuso de autoridad de parte de funcionarios militares y policiales venezolanos, a veces los paraliza. Tampoco entiende porqué si la frontera está abierta no hay el libre tránsito de ambulancias entre ambos países.
Ante este panorama, diversos comercios del municipio expresan que es necesario el estudio y la consideración de la Ley Orgánica de Coordinación y Armonización de las Potestades Tributarias de los estados y municipios, que tiene por objeto garantizar la coordinación y armonización de las potestades tributarias de las regiones, mediante el establecimiento de principios, parámetros, limitaciones, tipos impositivos y alícuotas aplicables.
A los comerciantes y empresarios del municipio Pedro María Ureña del estado Táchira, les preocupa la constante modificación de la frecuencia de pago de la patente de industria y comercio, que pasó de anual a semestral y ahora a mensual; además del análisis detallado de los libros de ventas por parte de la Alcaldía como mecanismo para determinar el monto a pagar. Se preguntan a dónde van esos recursos, pues no los ven invertidos en la localidad.