Colombiano inspira a emprender con aguacates y hortensias de exportación

Marinilla (Colombia), 20 jul (EFE).- Lo que empezó con un pequeño cultivo en la finca de una familia colombiana, que se estableció en el municipio de Marinilla con la aspiración de emprender, terminó convertido en una agroempresa que hoy exporta aguacate hass y hortensias a Estados Unidos y varios países de Europa.

En esa población del departamento de Antioquia (noroeste), hace nueve años Carlos Ospina y sus padres iniciaron con unos cuantos árboles El Manantial, un proyecto agrícola que marcó su independencia económica.

«Veníamos con espíritu de emprendimiento. Ya no queríamos trabajar para otros sino en nuestro cultivo y hacer todo por nuestra cuenta», contó a Efe el agroempresario.

 

VALENTÍA E INDEPENDENCIA

Ya tenían experiencia en empezar desde cero. En 1996, el conflicto armado, por amenazas de grupos guerrilleros, los desterró del municipio de Sonsón, también en Antioquia.

Dejaron atrás su hogar y su vida como cultivadores de papa para establecerse en la región del Magdalena Medio, donde trabajaron por 15 años con ganadería.

Con el capital que lograron conseguir compraron una finca en Marinilla sin tener claro el futuro y con la urgencia de encontrar la forma de sustentarse económicamente.

«Pusimos esta tierra a producir con las hortensias y luego empezó el boom del aguacate. Todo el mundo empezó a sembrar», recordó Ospina.

Fue un tema de ensayo y error hasta detectar oportunidades en el mercado internacional cultivando únicamente aguacate hass, el «más rentable».

«Tumbamos los árboles con otras variedades, nos certificamos y en un curso que hice aprendí a injertar. Nos convertimos en una finca de aguacate tipo exportación», detalló.

Actualmente, El Manantial tiene sembrados más 2.200 árboles y el año pasado logró producir 50.000 kilos de aguacate hass, además de 300.000 tallos hortensias.

 

NEGOCIO RENTABLE

Esta agroempresa colombiana, que apoya la Corporación Interactuar con capacitaciones con el programa Método Base de Aceleración (MBA) agro, cuenta con cuatro empleados y en época de cosecha y recogida de flores puede tener trabajando en los cultivos a una veintena de personas.

Para Ospina, además de obtener independencia, esa apuesta por emprender le ha producido satisfacción porque con su empresa genera «empleos dignos» y «más oportunidades» para la comunidad.

«Yo quiero crecer más como agroempresario y que más personas salgan adelante con nosotros», apuntó.

COLOMBIA, CON ADN EMPRENDEDOR

Entre enero y marzo de 2021, en Colombia se crearon 96.431 empresas, un 9,3 % más que en el mismo periodo de 2020 cuando la cifra fue de 88.248, de acuerdo con el Registro Único Empresarial y Social (RUES).

El director ejecutivo de Interactuar, Fabio Andrés Montoya, dijo a Efe que emprender es «uno de los primeros actos de independencia» que el ser humano puede tener.

«Es decir: ‘yo puedo’ y buscar salir adelante por sus propios medios, recursos y riesgos», dijo el experto, quien destacó la cultura emprendedora de Antioquia.

En medio de la crisis por la pandemia, en 2020 se crearon 24.457 microempresas en Medellín y el Valle de Aburrá.
Montoya indicó que en Colombia -dadas las condiciones económicas, la dificultad para conseguir empleo y la falta de oportunidades- el emprendimiento «se convierte en una opción por necesidad».

«Colombia tiene un reto muy grande y es mejorar la calidad de los emprendimientos», apostilló el director de Interactuar, entidad que apoya a 49.000 empresarios del país con servicios financieros, programas de capacitación y acompañamiento de valor, además de incidir en la política pública.
Jeimmy Paola Sierra

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