Son cuatro las claves para rematar y salir del peor régimen que recuerde nuestra historia: 1) Hay que mantener y aumentar la multitud en las calles y la vanguardia deben ser los estudiantes presionando con acciones creativas y contundentes. Las manifestaciones no deben detenerse y deben crecer y crecer. Un ejemplo son dos de las apariciones del presidente Guaidó en la UCV, del Cabildo Abierto al “Plan País” la comunidad universitaria se multiplicó. 2) Los medios y las redes sociales deben pasar a la ofensiva comunicacional. Dejar el miedo y recordar que Guzmán Blanco en su tercer periodo presidencial dejó el poder con la frase histórica a su esposa “Ana Teresa nos vamos porque las gallinas están cantando como gallos”, lo que confirmó que la oposición se había envalentonado y no estaba dispuesta a dejar por más tiempo al tirano. 3) Incentivar la presión internacional liderada por EEUU, en coalición con el Grupo de Lima, la OEA y la Unión Europea. Ideal una sentencia de la Corte Penal Internacional con órdenes de captura. 4) Inclinación de la balanza con las Fuerzas Armadas a la cabeza. Por el rescate institucional, el cese de la quiebra económica y la vuelta a la Constitucionalidad. La familia militar que sufre los graves problemas de hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas, inseguridad y deterioro de los servicios, tiene que prevalecer sobre la anarquía y el caos en el que vivimos. Un país con una dualidad de poderes públicos no puede sobrevivir.
El mensaje de la alternativa democrática tiene que ser la lucha por una nación en orden, que restablezca la democracia, la alternancia y saque la economía de la ruinas. Para ello como se ha dicho: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Las próximas horas serán definitivas. Dos décadas de destrucción, nos han conducido a la tragedia. El ahora o nunca debe prevalecer en nuestras conciencias y todos tenemos que arriesgar para conseguir el objetivo libertario.
“Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo”. (Mt 5, 10 -12).