Los fines de semana, como se ha hecho costumbre, muchos trujillanos acuden a locales y expendidos licoreros para relajarse, conversar o simplemente compartir con amistades o seres queridos, pero una vez más, el hampa hizo de las suyas. Un ex funcionario policial compartía con amigos en una tasca ubicada en la vía hacia el Eje Panamericano y, mientras gozaban y disfrutaban de la noche, tres sujetos a bordo de una moto sembraron el terror en el establecimiento aproximadamente a las 2:00 am.
Leopoldo Antonio Briceño Paredes, de 26 años, fue abordado por dos de los tres sujetos que iban en la motocicleta, estos no mediaron palabras con él y le dispararon en cinco ocasiones. Briceño cayó tras recibir los impactos, pero seguía con vida, fue ahí cuando rápidamente lo trasladaron de emergencia al Hospital “Dr. José Vasallo Cortez” de Sabana de Mendoza.
Allí ingresó, pero no se estuvo mucho tiempo, ya que el centro de salud no poseía los equipos necesarios para salvarle la vida al ex policía, por lo cual fue remitido al Hospital “Dr. Pedro Emilio Carrillo” de la ciudad de Valera, donde arribó cerca de las 4:30 am. Los médicos de turno hicieron lo posible por estabilizarlo, pero sólo consiguieron mantenerlo con vida durante unas horas.
Los minutos transcurrían y Leopoldo empeoraba, hasta que a las 8:30 am perdió la vida, las heridas acarreadas en el ataque que sufrió fueron mortales. Su cuerpo fue llevado a la Unidad de Patología del recinto hospitalario para realizarle la autopsia de ley. A las afueras de esta, aglomerados, esperaban sus familiares a que les fuese entregado el cuerpo.
Padres, tíos y demás parientes, mientras lo recordaban como una persona responsable, querida y sana; no hallaban explicaciones para tan atroz ataque del que fue víctima. “Nunca tuvo problemas con nadie, era muy tranquilo, le gustaba salir a tomar con sus amigos y no le gustaban para nada las peleas”, aseguraron.
Vida personal
Leopoldo Antonio Briceño Paredes (26) prestó servicio en las Fuerzas Armadas Policiales del Estado Trujillo (Fapet), específicamente en la Estación Policial 3.1 Sabana de Mendoza, donde estuvo durante ocho años, pero desde hacía dos que ya no formaba parte de las Fapet por problemas de salud, lo cual provocó su baja.
Leopoldo era cariñosamente conocido en su núcleo familiar como “Junior”. El ex funcionario dejó a tres pequeños en orfandad, dos hembras y un varón. Residía en el sector Las Américas, parroquia Valmore Rodríguez del municipio Sucre.
Comerciante
Su progenitor comentó que le obsequió un camión para que trabajara de manera independiente transportando verduras y hortalizas a otros estados, también a zonas del territorio trujillano. El ex oficial Briceño era un apasionado de la música vallenata; le gustaba cantarles a sus allegados. El Cicpc investiga para dar con los implicados en el vil asesinato.