Ciencia versus pensamiento mágico

 

Cuando comenzaron a aumentar las muertes por Covid-19 en Nueva York, el Presidente Donald Trump dijo el 27 de febrero de 2020 lo siguiente: “El coronavirus va a desaparecer un día, como si fuera un milagro desaparecerá”. Por supuesto la pandemia siguió aumentando y eso que dijo Trump obviamente es ‘pensamiento deseoso’ o ‘pensamiento mágico’, es decir, creer que los meros deseos se deben hacer realidad. El antropólogo polaco Bronislaw Malinowski (1884-1942) en su conocida obra: ‘Magia, Ciencia y Religión’ (1925) expresó muy bien la diferencia entre ciencia y magia cuando dice: “La ciencia se fundamenta en la convicción de que la experiencia, el esfuerzo y la razón son valederas; la magia se basa en la creencia de que la esperanza no puede fallar y el deseo no puede engañar”. Por otro lado, ese ‘pensamiento mágico’ lo podemos relacionar con la llamada ‘Ley de la Atracción’. En efecto, Rhonda Byrne (nac. 1951) es una escritora, guionista y productora de televisión australiana que en el año 2006 publicó un libro titulado: ‘El Secreto’. Luego publicó otros libros: ‘El Poder’ (2010) y ‘La Magia’ (2012). Ese mismo año 2006 se estrenó la película: ‘El Secreto’.
Esa obra ‘El Secreto’ tuvo mucho éxito y está relacionada con la llamada ‘Ley de la Atracción’ que se basa en la creencia de que los pensamientos (conscientes o inconscientes) influyen sobre las vidas de las personas, y el argumento es que los pensamientos son ‘unidades energéticas’ que devolverán a la persona una onda energética similar. Si usted piensa que cosas como la riqueza o el éxito le llegarán en su vida entonces le llegarán. La frase ‘Ley de la Atracción’ ha sido utilizada por algunos escritores asociándola con la frase: ‘Te conviertes en lo que pienses’. En la película ‘El Secreto’ hay una escena en la cual una muchacha mira un lujoso collar en el escaparate de una joyería y acto seguido lo tiene alrededor de su cuello. Obviamente el mensaje es que ella deseó ese collar y gracias a ese deseo lo obtuvo.
Sobre este asunto, hay que hilar fino para separar lo que puede haber de verdad y de falsedad. Es muy bien conocido que para lograr cualquier meta en la vida hay que tener dedicación, entusiasmo, ilusión, optimismo para lograrla, etc. Pero una cosa es tratar de lograr propósitos dentro del marco de las posibilidades naturales físicas reales, y otra cosa es pretender que una persona puede lograr cualquier meta que se proponga aunque sea increíblemente fantasiosa. Esta última alternativa simplemente es creer en cosas absurdas sin pies ni cabeza. Hasta donde conocemos no hay ninguna evidencia científica que sustente esa llamada ‘Ley de la Atracción’. Por supuesto, hay muchas cosas que la ciencia todavía no ha descubierto y es posible que en un futuro quizás se descubran cosas que ahora nos parecen sorprendentes. Pero eso de ninguna manera justifica que actualmente se hagan aseveraciones absolutamente carentes de evidencias. Aseverar algo fantástico sin evidencias es charlatanería pura y simple. Probablemente el escritor anglo-norteamericano Christopher Hitchens (1949-2011) lo expresó de manera inmejorable: “Lo que puede ser aseverado sin evidencias, también puede ser desechado sin evidencias” (1). El astrofísico norteamericano Carl Sagan (1934-1996) en su colección de ensayos titulada: ‘El Cerebro de Broca’ (1979) dice lo siguiente: “Planteamientos extraordinarios requieren evidencias extraordinarias” (2)….Dicho en otras palabras…¡Para aseverar que una ley tan extraordinaria como esa supuesta ‘Ley de la Atracción’ es valedera, hay que proporcionar evidencias extraordinarias a favor de que es valedera!…Para finalizar, el ‘pensamiento mágico’ es nefasto porque no basta con desear algo para que se haga realidad, ni en la vida personal ni en la política ni en nada.

NOTAS: (1) Christopher Hitchens (2003) ‘Mommie Dearest’, Slate, October 20. (2) Pag. 73 en Carl Sagan (1979) ‘Broca’s Brain’.

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