El hermoso y nublado cielo boconés, desde hace varias semanas amanece cubierto por la calima originada por los incendios provocados en nuestro municipio y los fuertes vientos que desplazan el humo desde los llanos. Estas quemas, muchas veces originadas por individuos que requieren tratamiento psiquiátrico; en otras, la falta de orientación técnica para las personas y en las más, la irresponsabilidad de quienes hacen prevalecer sus influencias, para sin prever los daños, ni mucho menos aplicar medidas técnicas, le meten candela a la alta, mediana y baja vegetación. De estas tres formas por igual, se han ocasionado desastres ambientales reflejados en la flora, fauna y salud de las personas, además del ardoroso clima que tenemos que soportar en contradicción con la aclimatación a la que estamos acostumbrados los boconeses y según como conocedor de lo que sucede, lo testimonio el señor Nicanor Gudiño al afirmar que está consciente que para ahorrar los costos, existen los fuegos controlados como prácticas centenarias de nuestros campesinos y que cada año se incrementan. Muestra de ello – Afirmo – es que día y noche, la temperatura está variando entre 20 a 25 grados, desde finales de enero y hasta la presente fecha, con lo cual paulatinamente se facilita el auge de los incendios de vegetación.
Nuevo periodo lluvioso
El fenómeno observado de la espesa calima, es una concentración de polvo en suspensión en la atmósfera y la población lo percibe a través del olor a humo. La estimación según los técnicos, es que las quemas y el humo, se seguirá extendiendo hasta el nuevo periodo lluvioso.
Mientras tanto es público, que el Cuerpo de Bomberos, Bomberos Forestales y Protección Civil, han hecho lo que han podido por no contar con vehículos y equipos manuales necesarios para actuar cuando son requeridos sus servicios para combatir un incendio de vegetación o infraestructura.
No pudo atender
También nos enteramos que de los cuerpos de prevención, el único que dispone de una unidad operativa a medias, es el Cuerpo de Bomberos, que tiene una unidad de Supresión de incendios (Nº 10), la cual requiere una moto bomba. El pasado fin de semana y por carecer de los medios, no pudo atender el traslado de una persona arrollada en la vía Tostós.