Pekín, 10 abr (EFE).- China concluyó este lunes sus maniobras militares alrededor de Taiwán con una simulación del bloqueo de la isla y con la anticipada participación del Shandong, el segundo portaaviones del país asiático.
El Ministerio de Defensa chino anunció el «completo éxito» de las maniobras, que comenzaron el viernes en represalia por la reunión del pasado miércoles en California entre la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy.
El Teatro de Operaciones del Este del Ejército chino informó de que «puso a prueba a conciencia en condiciones reales de combate» a estas fuerzas, que completaron «varias tareas de preparación para la lucha».
«Las tropas están listas para luchar en cualquier momento», indicó el portavoz Shi Yi, quien agregó que las fuerzas están «listas para aplastar de forma decidida cualquier forma de separatismo e intentos de interferencia extranjera».
Las maniobras del lunes se centraron en la simulación de un «bloqueo marítimo» de la isla: numerosos destructores y fragatas llevaron a cabo misiones de patrulla y simulacros de combate y ensayaron el asalto a buques hostiles a la fuga.
Los buques militares chinos actuaron en el noroeste, el suroeste y el este de Taiwán, tomando «posiciones ventajosas» mediante «ágiles maniobras» y «presionaron al enemigo a alta velocidad», recogió el canal estatal CCTV.
En caso de conflicto, las aguas al este de Taiwán son consideradas por las autoridades isleñas como una zona de evacuación, por lo que las acciones chinas en esas aguas «cumplirían un papel importante» en la interceptación de barcos que huyesen de la isla, explicó un experto local al rotativo local Global Times.
EL SHANDONG ENTRA EN ESCENA
El Shandong, el segundo portaaviones de China -el primero de fabricación nacional-, participó también en los ejercicios junto al menos otros cinco navíos militares, tal y como había anticipado la prensa china.
Según analistas citados por la agencia taiwanesa CNA, la presencia del Shandong en los ejercicios tiene como objetivo «verificar que las fuerzas chinas puedan lanzar ataques desde varios puntos y bloquear la isla sin tener que utilizar misiles».
«Que el Shandong haya navegado en las aguas orientales taiwanesas significa que el Ejército chino busca también bloquear el potencial paso de navíos estadounidenses para apoyar a Taiwán», indica el experto, Lin Yingyou, de la Universidad de Tamkang.
Asimismo, un total de 59 aviones y once buques militares procedentes de China realizaron incursiones este lunes por la mañana en áreas alrededor de Taiwán, recogió la agencia oficial CNA.
Mientras, China reiteró hoy que la «independencia de Taiwán y la paz y estabilidad» en el estrecho de Formosa son «incompatibles» y que lo concerniente a la isla es un asunto «puramente interno».
El portavoz de la Cancillería china Wang Wenbin aseveró además que la «mayor amenaza para la paz en Taiwán» son «las actividades separatistas y la confabulación con fuerzas extranjeras».
El portavoz reiteró lo dicho el pasado sábado por el Ejército chino, que describió las maniobras como «necesarias para proteger la soberanía y la integridad territorial nacionales».
TAIWÁN SE MANTIENE ALERTA
Entretanto, Taiwán volvió a expresar hoy su «enérgica condena» contra las maniobras militares y su ministerio de Defensa indicó en Twitter que las fuerzas armadas de la isla permanecen en «alta alerta» por «contingencias», «manteniendo firmemente sus puestos las 24 horas del día».
«Podemos y defenderemos nuestros cielos. Y nunca renunciaremos a nuestras creencias», aseguraron.
Para la isla, que Pekín realizara las «provocadoras» maniobras en protesta por la reunión entre Tsai y McCarthy equivale a «desafiar claramente el orden internacional» y «socavar la paz y la estabilidad del Estrecho de Taiwán y la región».
«Es un derecho fundamental de un país soberano que su jefe de Estado realice actividades diplomáticas», afirmó hoy en una rueda de prensa el portavoz de la Cancillería Jeff Y.J. Liu, que agregó que «China no tiene ningún derecho a comentar al respecto».
Asimismo, el portavoz agradeció «la voz activa» de Estados Unidos en un «momento crucial», en un día en el que el destructor estadounidense USS Milius navegó en plena tensión por el arrecife Mischief, situado en el mar de China Meridional, aguas que Pekín se disputa con varios países del sudeste asiático.
No obstante, Liu aseguró que «Taiwán no intensificará los conflictos ni provocará disputas», si bien aseguró que la isla «defenderá con firmeza su soberanía y seguridad nacional».
«Pekín tiene que ejercer autocontrol y dejar de coaccionar al pueblo taiwanés», dijo.
Pekín considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 tras perder la guerra civil contra el Ejército comunista.