El Turagual, Chimpire, Las Mesetas, cada uno de estos lugares tiene historia por contar, unas con registros, otras se soportan en los relatos orales de pioneros y viejos habitantes de ahí la importancia de conocerlas.
El Pirata Granmont
La historia registra el 24 de agosto de 1678 como la fecha cuando Francisco Esteban Granmont de la Mothe y sus huestes comienzan desde Moporo un extenso y arduo recorrido que entre otras dificultades les impone el cruzar el torrentoso río Motatán con cuerdas y así llegar a El Turagual, Chimpire y Sabana Larga sitios en los que enfrenta y vence con facilidad las escasas y frágiles tropas acantonadas allí para continuar su marcha indetenible que remata con la ocupación y saqueo de la laboriosa y pacífica ciudad de Nuestra Señora de la Paz de Trujillo el miércoles 31 de agosto de ese mismo año.
Ramón Urdaneta Bocanegra Marco y Retrato de Granmont, Francia y el Caribe en el Siglo XVII.
Otros Hechos
“… en Trujillo se cultivaba la caña como rubro de exportación desde el año 1607. De igual data es la fundación de la finca agrícola y pecuaria “El Jobal”, cuya máxima prosperidad comienza el 1727, cuando es adquirida por Rodrigo Briceño Pacheco y su esposa Bárbara Paredes, quienes la convierten en la más productora de ganadería vacuna en el valle motatanense, la cual en 1820, campeaba en riqueza con nuevos dueños sobre los demás fundos del lugar. La hacienda “El Jobal”, tuvo su asiento en la localidad que hoy conocemos con el nombre del “Turagual. Luego estas tierras fueron otorgadas por gracia de Mercedes Reales al Dr. Antonio Nicolás Briceño y Jacobo Antonio Roth, ambos emparentados por afinidad política familiar y para regular una tenencia perteneciente a Don Sancho Briceño desde mediados de siglo XVI”. Registro principal de Trujillo.
Siendo importante subrayar un acontecimiento acaecido previo a la firma del armisticio en La hacienda -El Jobal-: “… y en ella, según la tradición, su viuda Doña Margarita de la Torre obsequio al Libertador con un banquete”. Este agasajo se cumplió en la transitoria estadía de Simón Bolívar en Sabana Larga durante el desarrollo de la Semana Diplomática. Alberto La Riva Vale Anales de Valera.
Apertura
El establecimiento poblacional de la localidad de Las Mesetas de Chimpire, capital de la Parroquia -José Leonardo Suárez- anexo geográfico del Municipio Autónomo San Rafael de Carvajal fue promovido individualmente por familias campesinas que a mediados de julio de 1920 comenzaron a asentarse en esta apartada meseta plantada de extensa e incomparable vegetación donde moraban diversidad de animales silvestres, para llegar desde Trujillo y sus alrededores a esta meseta debían cruzar las aguas del río Jiménez y remontar la cuesta hasta llegar a la vera del camino real donde existía una dispersa ranchería, establecida en los extensos dominios de la Hacienda -Santa Rosa-, posesión originaria del General Benigno Araujo que es quien inicialmente alberga en sus predios a algunos peones con su estirpe que antes a la crisis del café empezaron a venirse de las montañas, haciendas y pueblos limítrofes en busca de mejor futuro para su gente luego de la aparición del petróleo, el momento presentaba una ocasión para construir casa propia y tierras para trabajar la agricultura como medianeros mediante la concesión de un permiso que autorizaba establecerse y bregar la tierra. Una vez fallecido el patrón sus herederos venden a Eduardo Madrid Carrasquero, que es quien propiamente impulsa su poblamiento definitivo.
Campesinos provenientes de Las Llanadas de Monay, Pampán, Trujillo, La Chapa, Pampanito… para poder trasladar su producción de café y otros productos agrícolas hacia los mercados de Motatán, Valera, La Ceiba, Moporo, luego de cruzar el rio Jiménez atravesaban las tierras de la hacienda -Santa Rosa- única vía de comunicación existente; de uso originario por nuestros indígenas, que en época de la colonia fueron ampliados por los hispanos utilizando mano de obra nativa y africana. Antaño su perímetro geográfico tuvo grandes siembras de café, más tarde plantaciones de caña de azúcar, para operar dos trapiches en los que se producía panela y guarapo fuerte para hacer aguardiente, posteriormente pasa a ser de uso agropecuario, a la par de continuar poco a poco su crecimiento como caserío. Entre sus primeros habitantes se cuentan los integrantes de la familia Araujo, la peonada de la hacienda y sus descendientes quienes habitaban ranchos bastante equidistantes uno de otro, más la incorporación de algunas familias conocidas y otras foráneas provenientes de La Chapa, Pampán, Santa Rita, Santa Rosa de Jiménez, Motatán, quienes desplegaban largas jornadas de trabajo dentro del fundo. En 1960 durante la presidencia de Raúl Leoni, el estado amparado en la Ley Orgánica de Reforma Agraria adquiere estas tierras y a través del Instituto Agrario Nacional y otorga prenda agraria a sus pisatarios.
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