Tokio, 8 dic (EFE).- Japón y China siguen subiendo el tono de su disputa: Tokio ha expresado este lunes su «fuerte protesta» ante el embajador chino por el incidente de este sábado entre cazas chinos y japoneses en el marco de unas maniobras navales de Pekín.
Según ha afirmado este lunes un portavoz, Japón convocó la pasada noche al embajador de China en Tokio, Wu Jinghao, para expresarle su «fuerte protesta» por el incidente, en el que cazas chinos fijaron su radar contra dos aeronaves japonesas al sureste de Okinawa.
El episodio y la «fuerte protesta» japonesa son el último episodio de una tensión bilateral que ya lleva semanas y que ha ido creciendo, al menos en los tonos, después de que la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, afirmara el mes pasado que un ataque chino contra Taiwán -isla autogobernada que Pekín no descarta invadir- podría justificar la intervención de las Fuerzas de Autodefensa niponas.
Estas son algunas claves sobre el último episodio de las tensiones:
1. ¿En qué consistió el incidente entre cazas?
Dos cazas chinos J-15 utilizaron, en dos incidentes separados ocurridos el sábado con apenas unas horas de diferencia, sus radares contra sendos F-15 de las Fuerzas Aéreas de Autodefensa japonesas en aguas internacionales al sureste de la isla de Okinawa, según denunció el Ministerio de Defensa nipón en un comunicado el domingo.
Tokio acusó a los cazas chinos de fijar «de forma intermitente» sus radares en sus aeronaves, desplegadas como «medidas contra la violación del espacio aéreo».
2. Maniobras chinas cercanas a Japón
Este incidente tuvo lugar en el marco de unas maniobras chinas, lideradas por el portaaviones Liaoning, al este del estrecho de Miyako.
Las Fuerzas de Autodefensa de Japón llevan días monitorizando el avance de las cuatro embarcaciones chinas, al incluir a tres destructores además del portaaviones, y el pasado domingo afirmaron que el grupo se estaba desplazando hacia el noreste, en las aguas entre las islas niponas de Okinawa y de Minamidaito.
Al menos medio centenar de despegues y aterrizajes de cazas de la flota china tuvieron lugar tan solo el domingo, indicó el Ministerio japonés de Defensa.
3. Japón protesta y China acusa de inflar el incidente
En respuesta al incidente, Japón convocó el domingo al embajador de China en Tokio, Wu Jinghao, para expresar su «fuerte protesta». El portavoz gubernamental nipón, Minoru Kihara, calificó este lunes el incidente de «lamentable».
China ha acusado a Tokio de querer inflar un incidente que no causó daños a los pilotos ni a las aeronaves, y del que responsabilizó a los cazas japoneses. La versión nipona es «completamente inconsistente» con la realidad, subrayó el domingo un portavoz de la Armada del Ejército Popular chino, Wang Xuemeng.
4. Tensión bilateral a causa de Taiwán
Este incidente es el más reciente episodio de tensión entre Tokio y Pekín, desatado por unos comentarios el mes pasado de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, quien dijo que un ataque militar chino a Taiwán podría justificar una intervención de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército) niponas.
Pekín respondió con medidas de presión económica y cultural, entre ellas advertencias de viaje a Japón, la prohibición de importar productos del mar japoneses y la paralización de licencias para películas y conciertos procedentes del país vecino.
5. Episodios similares
No es la primera vez que cazas chinos y japoneses protagonizan escenas de tensión en aguas internacionales.
El pasado 9 de julio, un cazabombardero chino JH-7 se aproximó a un avión nipón YS-11EB de inteligencia electrónica a una distancia considerada no segura por las autoridades japonesas, que trasladaron una protesta formal a Pekín por este movimiento.
Un incidente más similar al ocurrido el fin de semana tuvo lugar en 2013, cuando Japón acusó a una fragata china de utilizar su radar para fijar como objetivo de sus misiles a una embarcación militar japonesa en aguas del Mar de China Oriental.
Tokio y Pekín atravesaban en aquel momento un episodio de tensión debido a la adquisición por parte de Japón de tres de los islotes Senkaku, denominados por China como Diayou y cuya soberanía reivindica, desatando entonces manifestaciones antijaponesas y el boicot a productos de empresas niponas.
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