Lima, 28 jul (EFE).- El presidente de Perú, Pedro Castillo, afirmó este jueves que, en su primer año de Gobierno, recibió «una bofetada en una mejilla» de aquellos sectores que «no aceptaron» su victoria en las elecciones, si bien no señaló a ningún político de manera directa.
«He recibido una bofetada de aquellos que no aceptaron perder por el voto del pueblo peruano. En este segundo año, no voy a poner la otra mejilla, sino que voy a extender la mano para trabajar juntos en beneficio del pueblo, a partir de los objetivos nacionales de desarrollo», expresó el mandatario al inicio de su discurso ante el Congreso.
El jefe de Estado añadió que no ha tenido «ni un minuto de tregua», pero que no le importa que «ignoren» sus logros y «se dediquen a difamar», acusándolo «con ninguna prueba».
En ese sentido, Castillo declaró que «aún cuando se injuria» a su familia «a diario y se ofende a la majestad de la Presidencia de la República», se somete a la justicia «para aclarar los delitos» que se le «pretenden imputar con respeto al debido proceso y no a la justicia mediática».
En ese momento, varios legisladores de oposición abandonaron el hemiciclo del Parlamento en protesta por las palabras del mandatario y se escuchó el grito de «corrupto».
Sin embargo, al término de su discurso, los opositores lo despidieron al grito de «renuncia, corrupto» y «¡fuera!».
El mandatario es actualmente investigado por cinco casos de presunta corrupción por la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, junto a su círculo de colaboradores y exfuncionarios más cercanos.
ADMITE ERRORES EN NOMBRAMIENTOS
Castillo admitió que ha cometido «errores en algunas designaciones», después de haber tenido más de 50 ministros en varias modificaciones del gabinete, y reconoció el trabajo del Ministerio Público y el Poder Judicial en la administración de Justicia «sin distinción de colores políticos».
Por otro lado, el gobernante acusó a los medios de comunicación de mantener a la población desinformada, sin querer difundir el crecimiento económico del país u otras metas alcanzadas durante su gestión.
«A los medios no les interesa difundir los logros, sino acusar de corrupción sin ninguna prueba, pero se van a cansar de buscar las pruebas porque no las van a encontrar», expresó.
Castillo resaltó que la economía peruana ha crecido 3,5 % en lo que va del año, por encima de la proyección de 2,5 % para este año, y que más de un millón de habitantes han salido de la pobreza.
Asimismo, aseguró que se han recuperado los niveles de empleo prepandemia, con 5,5 millones de puestos de trabajo activos, lo que incluye 352.000 nuevos.
Igualmente, indicó que la inversión privada de este año sumó 44.000 millones de dólares y que ha logrado cobrar las deudas tributarias de empresas privadas por 5.400 millones de soles, y tienen pendientes deudas similares por 30.000 millones de soles.
Además, manifestó que la inversión privada nacional y extranjera está garantizada con «justicia redistributiva».
Castillo hizo un balance sobre los programas sociales emprendidos por diversos sectores del Ejecutivo, entre los cuales anunció el incremento de presupuesto para la alimentación de escolares, de las ollas comunes en zonas vulnerables, y de los bonos económicos para familias pobres.
Al término de su discurso, volvió a tender la mano a la oposición y les pidió construir juntos «un país mejor».
«Los convoco a construir juntos un país mejor, más próspero, democrático, inclusivo y solidario; sin discriminación de ninguna índole, con igualdad de derechos y oportunidades para todos», afirmó.
Y concluyó: «Solo unidos lo podremos lograr, por eso queremos una transformación que les conviene incluso a los que se oponen».
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