Para abordar el inicio de la tercera década del siglo XXI que podría estar marcando un cambio de época que se debate entre los efectos sociopolíticos de la cuarta revolución industrial y una realidad global post pandemia, contactamos al Prof. MSc. Antonio Azuaje, destacado profesional de la docencia, gran luchador social y estudioso de la geopolítica, quien sin preámbulos nos comenta que: El contexto geopolítico del mundo en la actualidad está influenciado por el triunfo del capitalismo representado en la pugna que tienen por alcanzar la hegemonía mundial, el modelo capitalista Liberal que lidera Estados Unidos y el capitalismo de Estado que lidera China. Entre los aliados a Estados Unidos se encuentra: La Unión Europea, mientras China tiene alianzas con Rusia, donde cabe destacar que las naciones identificadas con el modelo Liberal tienen formas de gobierno basados en sistemas democráticos sólidos y las naciones que se identifican con el modelo Estatista.
Amenaza para la región
Al entrar en Latinoamérica – Dice Azuaje – La triada geopolítica constituida por: Cuba, Nicaragua y Venezuela, todos miembros del neocomunista Foro de Sao Paulo, representan una amenaza para la estabilidad de la región, porque además de ser aliados estratégicos de China y Rusia a inicios del 3er trimestre de 2020 el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, presentó un informe de crímenes de lesa humanidad en Venezuela. En atención a esta situación, otro hecho a destacar a inicios de éste trimestre es la elección del nuevo presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, respaldado por el aspirante a la reelección presidencial de Estados Unidos; Donald Trump. El BID siempre había estado dirigido por un latinoamericano y es importante señalar que el BID es una organización financiera que será clave para la recuperación de América Latina y el Caribe en la realidad regional post pandemia, es posible que esto sea parte de una estrategia geopolítica del gobierno de Estados Unidos para desplazar el expansionismo del modelo estatista de China y Rusia.
En Latinoamérica Venezuela es geopolíticamente una nación importante y lo que en ella ocurra en el 3er trimestre de 2020, será determinante para la realidad regional en el desarrollo de la tercera década del siglo XXI. Parte de la relevancia geopolítica de Venezuela la representa su situación geoestratégica, en consecuencia la atención del Mundo Occidental esta puesta en esta nación y la imperante necesidad que tiene este país de un cambio de gobierno y de modelo político, debido a que su lamentable realidad interna ha afectado de manera considerable la estabilidad de la Región. Por eso un número significativo de países del hemisferio occidental no reconoce el gobierno de Nicolás Maduro, considerando que la democracia venezolana está cesante, lo cual ha sido una de las razones que justifican la creación del Grupo de Lima. En este sentido se han implementado una serie de sanciones internacionales que incluye un seguimiento a hechos irregulares relacionados con narcotráfico, lavado de dinero y auspicio del terrorismo en los que pudiera estar vinculado el que ha sido catalogado como el gobierno usurpador de Venezuela.
Único poder legítimo
La AN venezolana presidida por Juan Guaidó, considerada por notables gobiernos del mundo como el único poder legítimo del país, viene desarrollando una agenda política concatenada con las contundentes acciones internacionales que propician el cese de la usurpación del gobierno de Maduro, la conformación de un gobierno de transición y la realización de elecciones libres. Este escenario político de cambio en Venezuela será clave para que los países democráticos del hemisferio occidental logren desplazar el expansionismo del modelo estatista de China, Rusia y sus aliados. En este orden de ideas, la AN está planteando la realización de una consulta popular para colocar en un marco institucional, democrático y soberano las acciones que se desarrollarán en el último trimestre de 2020 para el logro de la agenda del cambio, lo que está en contraparte al cuestionado llamado a elecciones parlamentarias que ha hecho el actual régimen, lo cual no se vislumbra como un evento con alta participación, por lo que en tal sentido, esto se sumaría a una serie de acciones políticas fallidas que han generado un panorama adverso para el madurismo, al pretender imponer una AN y buscar crear un cisma en los partidos políticos de oposición, donde esto último al contrario, está generando un efecto de cohesión dentro de la mayoría de las organizaciones políticas opositoras en torno a la agenda planteada por la AN que lidera Guaidó.
Los peores hombres
Más adelante y de forma optimista el Prof. Azuaje asegura que: En el inicio del 3er trimestre de 2020 en Venezuela se viene evidenciando una disminución considerable de la anomia del pueblo, a pesar de la fuerte crisis económica y el carácter represivo, autoritario y cleptócrata del inestable gobierno de Nicolás Maduro. Este trimestre ha estado marcado por numerosas manifestaciones en varios estados del país, considerados de alto clivaje madurista, estos hechos evidencian la inminente necesidad del ciudadano venezolano de sincronizarse con las acciones internacionales y nacionales que se vienen desarrollando para el logro del cambio político, donde la acción más contundente que puede realizar la ciudadanía es conformar y fortalecer las estructuras políticas organizacionales de la sociedad como lo son los partidos políticos, las organizaciones gremiales y sindicales, asociaciones civiles, asociaciones de vecinos y otras organizaciones regidas principios reglamentarios que garanticen la participación efectiva y el logro de los objetivos planteados.
También señaló que para finales de la década de los 90 una de las causas de la llegada a la Presidencia de Hugo Chávez, y con éste, la consumación de la injerencia neocomunista del Castrismo y su Foro de Sao Paulo; fue el cisma que experimentaron los partidos: Acción Democrática y Copei, donde su más lamentable consecuencia fue el abandono de estas organizaciones por parte de su militancia, dejando el camino libre a actores políticos sin perfil ni vocación para dirigir dichas organizaciones políticas y sus formas afines. En este sentido, Platón nos señala “El precio de desentenderse de la política, es el ser gobernado por los peores hombres”. En consecuencia, en los tres últimos meses del 2020, el venezolano que quiera contribuir con el cambio de la realidad que vive el país, debe formar parte de alguna estructura organizacional ciudadana y política, estando dentro o fuera del país; porque la solución a la crisis de Venezuela, sin duda alguna, es política.
Una nueva historia
Tendrá un carácter heroico el venezolano que forme parte de: Un partido político, un gremio, sindicato o asociación; pero el que no forme parte de ninguna organización contribuirá con la anarquía y acciones represivas del madurismo, llevándolo a una actitud inerte y entreguista.
En el contexto geopolítico regional de finales del 2020, Venezuela tiene la oportunidad de escribir una nueva historia donde no todos los venezolanos podrán hacerlo todo, pero todos los venezolanos podrán hacer su parte.
Héctor Rafael Briceño (CNP 14.130)