Casas históricas reflejan cómo Trujillo se cae a pedazos

Diana Paredes/CNP 13.379

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Trujillo capital, lamentablemente no “pega una” y es que no conforme con las improvisaciones en el municipio, de habilitar cada esquina como parada de transporte público, donde la gente aguanta sol, se moja cuando llueve, ocupa las aceras, no tiene dónde sentarse, están “resguardados” por una pared de casas antiguas que se están cayendo a pedazos. El pasado jueves la casa del Dr. Cristóbal Mendoza donde funciona la parada de la línea Trujillo-Pampán-Flor de Patria empezó a caerse, una piedra le cayó en la cabeza a una joven que estaba esperando transporte público. Un riesgo que pudo traer peores consecuencias, afortunadamente no fue así.

 

Se caen las casas

 

Desde hace tiempo esta casa ha venido deteriorándose, y la gente sin percatarse del peligro espera allí su unidad de transporte, porque es el lugar asignado por la municipalidad como parada. Luego del percance, la parada fue desalojada, al frente, donde también está otra casa en ruinas, pero la pared es más bajita. La respuesta inmediata, ante la situación, fue colocar la cinta de seguridad para alertar a la gente que es una zona de riesgo, pero la pregunta ¿cuánto tiempo durará esta casa bajo estas condiciones? Un detalle más que se suma para que la ciudad esté más fea, sombría, abandonada. ¿Y el Instituto de Patrimonio qué hace por resguardar y mantener estas casas?  

La ciudad capital necesita una mirada de compasión, que sus autoridades municipales, la recorran y se den cuenta de cómo está, con casas en ruinas, obras sin concluir, calles destrozadas, basura, escombros, y una ciudad que cada vez se queda más sola, tanto de sus coterráneos como de aquellos que la visitan. Es necesario por parte de la Alcaldía, la Gobernación, el IPC, instituciones públicas y privadas rescatar a Trujillo capital, para darle el brillo que algún día tuvo y que hoy no existe.

La casa que se está cayendo en pedazos, es la del Dr. Cristóbal Mendoza, ilustre trujillano, y así como esa muchas más, que hoy por hoy, son muestra de cómo está Trujillo; cayéndose a pedazos sin que nadie haga nada. Lo mismo refleja la cruz verde, el cerro del Américo Briceño, la avenida Laudelino Mejías, entre otras, que en Trujillo, sus gobernantes sólo piensan en perseguir cargos políticos pero no en brindar mejor calidad de vida a sus habitantes y visitantes.  

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