La Casa Blanca intentó el miércoles barrer con la idea de un diálogo entre Washington y Caracas, asegurando que los contactos «a muy alto nivel» con el gobierno de Nicolás Maduro evocados por el presidente Donald Trump apuntan únicamente a la «salida» del mandatario venezolano.
Maduro, que rompió relaciones con Washington el pasado 23 de enero luego de que Trump desconociera la legitimidad de su mandato, confirmó el martes contactos de miembros de su gobierno con altos funcionarios de la Casa Blanca, asegurando que han sido bajo su «autorización expresa» y para «buscar regular» el «conflicto» entre ambos países.
Pero Bolton replicó que «los únicos asuntos» en las conversaciones han sido la partida de Maduro y la convocatoria a nuevos comicios.
«Como el presidente [Trump] ha declarado en repetidas ocasiones, para poner fin al robo de los recursos del pueblo venezolano y la continua represión, Maduro debe irse», tuiteó Bolton.
«Los únicos asuntos discutidos por aquellos que están acercándose a espaldas de Maduro son su salida y elecciones libres y justas», agregó.
Trump dijo el martes a periodistas que su gobierno mantiene conversaciones «con varios representantes» de Venezuela, pese a que tilda a Maduro de «dictador» y busca asfixiarlo con sanciones para que deje el poder y asuma el jefe parlamentario Juan Guaidó.
«No quiero decir quién, pero estamos hablando a muy alto nivel», indicó Trump sobre reportes de un acercamiento a Diosdado Cabello, número dos del chavismo.
Cabello preside la Asamblea Constituyente, que en la práctica asumió los poderes del Parlamento, único poder en manos opositoras.
«Confirmo que desde hace meses hay contactos de altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos, de Donald Trump, y del gobierno bolivariano que yo presido bajo mi autorización expresa, directa, varios contactos, varias vías, para buscar regular este conflicto», anunció poco después Maduro.
«He buscado la forma en que el presidente Donald Trump escuche a Venezuela de verdad», aseveró.
Maduro suspendió el 7 de agosto un diálogo con la oposición mediado por Noruega, tras la última ronda de sanciones que congeló los activos de Venezuela en Estados Unidos.