La escasez del transporte público, en la ciudad de las Siete Colinas, ha generado un problema colateral: el agrupamiento de personas en las distintas paradas de la pequeña urbe. A raíz de esto, los amigos de lo ajeno se han dado a la tarea de cometer una serie de hurtos y robos, sin que las autoridades lo noten. Se aprovechan de que las personas están descuidadas para abrirles los bolsos, carteras e incluso para meter las manos en los bolsillos de los caballeros. Persiguen teléfonos celulares, prendas de oro y plata, por su valor en el mercado informal. Son innumerables los hechos ocurridos en las inmediaciones del bulevar de El Ajedrez, en especial en las horas pico (7:00 am, 12:00 m y 6:00 pm). La ciudadanía pide a las autoridades su intervención y vigilancia, con el objeto de contrarrestar estos ataques del hampa.