Perder el miedo es romper el silencio. El cambio de ánimo y la libertad de expresión deben y pueden combinarse de variadas formas simples. Nos habían acostumbrado a escuchar sin decir, una gran voz se apoderaba de nosotros y nos ordenaba, nos marcaba la pauta y facilitaba su guion para vivir ordenadamente bajo su tutela. Pero, de presto, no era sólo una gran voz sino dos. Mientras una ordenaba ir a la derecha otra nos indicaba «a la izquier…».
Tú conservas ciertos derechos sólo si sigues tales órdenes. Si haces esto te damos esto, si haces aquello te damos aquello. El poder ordena lo humano, lo codifica, lo aplasta. El cambio de ánimo y la libertad de expresión popular sería el descubrimiento de la sala de reunión como espacio para aprender a reconocernos como «habitantes de la vida común» que ha sido invadida por los estrategas de la división, la cultura aquella de cada quien por su lado. De tal manera, esas dos grandes voces tienen eco, repercuten, se repiten en muchas voces imitativas de ese terrible juego de los bandos y las bandas.
Perderle el miedo a los que generan miedo es el aporte de cada quien. La libertad de expresión popular es la revuelta para desatarnos de ese miedo duplicado, para relacionarnos de otra manera y organizar la mudanza de Trujillo al lugar donde sea posible reinventarnos, curarnos en salud, ser y estar mejores.
Quienes están en el poder y quienes ostentan y quieren ese poder se creen dueños de las personas, de sus derechos y necesidades. Por eso amenazan con quitarte lo que es tuyo por derecho pero se creen con el derecho de quitártelo. Un cargo (derecho al trabajo), una bolsa de comida (derecho a la alimentación) y una terrible lista de violaciones cotidianas que forma parte de esta cultura del atropello, resultado de un esquema de poder incapaz de defender y cultivar derechos.
En desafío a este esquema bipolar y en la firme convicción de lograr un cambio de actitud en el trujillano humillado y silenciado ponemos nuestros nombres a disposición de Trujillo entero porque es posible lograr se exprese el último silencio y la primera acción que revoque de sus cargos a quienes no se merecen el mando. Este acto de creatividad política deberá expresarse el día de las elecciones, el 21 de noviembre, como me lo dijo una señora líder, «el día más importante de esta campaña admirable».
Perder el miedo es romper el silencio.
Nos quieren distraer, nos quieren asustar, nos quieren dividir más de lo que estamos.
La reunión de Trujillo es la clave. Te invitamos a participar en el PRIMER ENCUENTRO DE TRUJILLANOS y acordar la reconstrucción de nuestra casa natal, darle afecto frente al desafecto y la crisis. Encuentro, encontrarse, encontrarnos para crear, sumar y multiplicar. Nos vemos en la Plaza Bolívar de Trujillo, martes 28 de septiembre, 10 de la mañana. Trujillanizar a Trujillo para liberar la colonia del imperio del miedo. Es hora de la reunión!!