Cartas | Debatir y revolver la Universidad | Por: Juancho José Barreto González

 

La universidad debe pensar la nación y la nación debe pensarse desde ella y todos los lugares posibles. Los proyectos están quebrados por la crisis. Acá plantearé algunos borradores iníciales en sucesivas cartas para intentar participar de manera directa en el debate público inminente sobre ambos temas.

Elementos actuales. Características de la Autoridad

1.- No ejercitan la ética desde la política: “la ética como esfera de ejercicios”

2.- Han roto el reconocimiento mutuo: las autoridades, en forma específica, no reconocen los derechos de la comunidad universitaria contenidos en las leyes y la constitución. Las leyes contienen la participación que la autoridad disuelve. “Tus derechos son tan válidos como los míos”, “Tu libertad es tan válida como la mía”. Usan la autonomía para negarla en el ejercicio.

3.- La universidad democrática debe practicar “la ética de lo político” y oponerse a que se haga política partidista desde una ética falsa, de doble discurso que pide democracia para el país y no la practica dentro creando una microfísica de las costumbres para volverla pasmosa y burocrática.

4.- “Crear espacios de libertad” y de “autonomía” frente a la rutina burocrática castradora de unas autoridades sin autoridad ética y sin libertad. Las autoridades sin autoridad ética violentan las formas jurídicas de la universidad y, al mismo tiempo, temen cambiarlas en función de mayor libertad política para la comunidad. Rompen las reglas y niegan a la comunidad sin reconocerles sus derechos.

5.- Las autoridades se salen del Estado de Derecho para actuar contra la autonomía. Estado de derecho es la ética en la esfera política… Al no practicar la autonomía e ir en contra de los derechos de la comunidad universitaria, la práctica de las autoridades universitarias se queda sin ética política, actúan en función de otras reglas que ellos han inventado o a las cuales obedecen, actuando como “autoridad” en contra del Estado de derecho y de autonomía universitaria, actuando en contra de los derechos adquiridos y progresivos de la comunidad. No somos iguales ante la ley, y ellos nos han dejado sin ley, es decir, sin derecho. Ya no elijo como universitario, me imponen la autoridad. La autoridad impone la autoridad, se volvió fascista, cruel. La ley no define a la universidad, la autoridad dentro de ella se impone.  La prudencia ante la ley, propio de una ética, se transformó en otra cosa. Esta otra cosa no es más que incompetencia para aplicar la ley haciendo trampas para burlarla.

6.- El Estado de derecho de la Universidad es la autonomía y debe entenderse como la libertad de organizarla. Esta libertad ha sido oscurecida, y se usa para violar nuestro Estado de derecho universitario que es la autonomía y, también se usa de manera oscura para violar nuestro Estado de derecho como ciudadanos de una nación. Nuestros compromisos éticos con la universidad y con el país están siendo vulnerados. Nuestra participación en las decisiones viene siendo vulnerada, quieren que no seamos universitarios, pero tampoco ciudadanos. La universidad no está aislada del país, pero la autoridad universitaria vulnera la universidad poniendo en contacto a la universidad con el país usando la demagogia y negando su ética.

 7.- La autoridad sin ética ha conducido a la universidad a un lugar injusto, a una condición perpleja. La autoridad sin ética ha convertido a otros en universitarios sin ética. Este lugar injusto que hoy ocupamos ha desplazado la ética por la burocracia, ha desplazado a la academia por la burocracia y reduce enormemente su ética política…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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