CARTAS | Carta quinta al Estado Trujillo | Por: Juan (cho) José Barreto González

 

Me muevo guiado por los saltamontes, mientras la luna retoza sobre los techos del vecindario. «Ayer pasó por aquí el pirata Gramont, una hilera de carros seguidos por muchachos montados en ruidosos caballos de metal» comenta una de las señoras mientras mi antigua estudiante insistía en llamar a sus hermanas para contarle sobre este movimiento naciente y firmar un nuevo tratado de la dignidad trujillana. El poeta José, del batallón de poetas y cantores insiste en decir que derrotaremos a los bandidos traficantes del aire. Todos ellos, exclama, son víctimas de su poder, los mueve la ambición y arrastran a la gente a ese poder y terminan corrompidos. Trato de comprender el asunto y medito en voz alta…

Una voz sale de la cocina y nos dice «se acabó el café, vayan a comprar». A veces recuerdo, al oír esa tremenda palabra, café, lo ocurrido en el Liceo de «La Cejita» donde ofrecí una conferencia invitado para hablarles a los muchachos sobre mi libro «Escritos desde la orilla». Se me ocurrió decir comenzando «Yo no funciono sin café». Les hablé a los muchachos de nuestro pensamiento y nuestros pensadores desamparados y leo una de las páginas del libro… De pronto se acerca una señora graciosa con una jarra de café y un pocillo y me dice «Tome, aquí tiene bastante café para que funcione».

En fin, me ofrezco para ir a comprar el café en la bodega de Marcelo, un amigo de hace muchos años. Nos saludamos cariñosamente. Resulta que el hombre me cuenta algo más sobre la caravana del pirata y los muchachos de los caballos de metal. Sabe profe, me dice, esos muchachos iban armados con AK15…

Mientras me pongo a escribir esta quinta carta, la dama del balcón valerano me envía su análisis alrededor de las primarias del partido desunido. Dura, certera y profunda se pasea por la cultura de un conjunto arrebatado por bandas de intereses que lograron poner a los honestos bajo el servicio de los deshonestos. El poeta José, del batallón de poetas cantores, tenía la oreja parada y como un gigante saltamontes suelta una frase lapidaria, «víctimas lujuriosas del poder».

Estos días han sido intensos porque nos hemos dedicado para que algo renazca, lo he llamado la peregrinación admirable. Por ahí vienen de todos los caminos, vamos a la reunión de la gente, con sus proyectos nuevos y ancestrales, los muchachos y viejos, en caballos de verdad, caballos girasoles y giralunas. «Nosotros no tenemos amos, venimos del día y de la noche, del copo de los árboles y de las raíces». Iremos apartando los obstáculos de los mercaderes, hijos de las discordias y del asalto.

Nuestra estrategia consiste en la reunión maravillosa de todos los reunibles, haremos una gran elección, elegiremos el camino para llevar al Estado Trujillo al mejor lugar, le daremos una lección, les haremos saber de qué estamos hechos los bien nacidos de estas tierras. Vendrá el tiempo de la cosecha de la dignidad y saldremos de este hueco que nos puso a pelear unos contra otros. Los líderes de la división nos regresaron a la colonia y no tenemos vocación de tropa colonial y romperemos la triple barrera del poder, la ignorancia y el fanatismo que nos impusieron.

Ya hay muestras suficientes de que romperemos esta cruda historia que combinó saqueo y mentira en nombre de ideales que alguna vez fueron nobles. A los honestos les tendemos la mano, a los criminales le quitaremos el habla.

Quiero recordar acá las palabras del filósofo mejicano Leopoldo Zea, cito: «El hombre, por ser libre, es responsable. El hombre no tiene derecho a ser libre, sino la obligación de ser libre, esto es, de ser responsable. El hombre está obligado en cada instante, en cada una de las circunstancias que se le presentan, a elegir una actitud. Elección que en cada caso es siempre libre, independientemente de las circunstancias en que se encuentre. Es esta su libertad de elegir la que le hace responsable. De su elección tiene que responder en cada caso de sí, como persona moral, y ante los otros, como persona social.»

La peregrinación admirable apenas se inicia, va por dentro de la gente y de las casas. Estamos en espera de nuevas noticias. Los periodistas de Redser nos informarán de las buenas nuevas.

Reciban mi abrazo fraterno.

proyectoclaselibre@gmail.com

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