Valera vivió carnavales rumbosos de colorido y calor. Pero lamentablemente con el pasar del tiempo las cosas fueron cambiando y las festividades fueron mermando. Perdieron vigencia sobre todo en los sitios populares
Boconó, ha podio mantener con esplendor sus carnavales a pesar de las crisis y situaciones difíciles. Los Carnavales Turísticos es un buen ejemplo para revivir en otros lugares las fiestas, que se extinguieron.
Llega el Carnaval, y con él, toda una historia, un mundo fastuoso, un desfile de las extravagancias e inventivas del hombre sobre la tierra para vivir, aunque transitoriamente, entre fantasías, el universo de la alegría, la evasión, y la locura.
La presencia del Carnaval se ve mediante los chiquillos portando sus máscaras, y adultos recordando sus tiempo mozos en el festejo de una de las tradiciones más encantadoras, festivas y fantásticas de la tierra.
Fábula y mito
Como fruto de la fábula y el mito, el Carnaval, que no es otra cosa sino la transposición de las fiestas paganas, tiene su raíz en la diversión de los dioses, quienes son los primeros artífices en el disimulo, la astucia y la habilidad, puestos en práctica para engañar a los mortales al recurrir a los disfraces y las máscaras, artes que utilizaban en los grandes bacanales para disfrutar a las mil maravillas sin ser reconocidos por los mortales.
Grecia y Roma se disputan los orígenes de estas fiestas de la locura. Por ejemplo, en la mitología griega, se dice que la bella Sámele, hija favorita del Rey Cadmo, de Tebas, cayó en los brazos del dios Zeus, quien disfrazado de trovador la sedujo, dando a luz a Bacoq Dionisos, rey del vino y creador de las orgías y de las diversiones licenciosas.
Una gran tradición
El Carnaval es una fiesta que ha variado en su celebración, según lo que hemos podido conocer a través de la lectura. En casi todos los países del mundo esta celebración tiene gran solemnidad y majestuosidad.
En Brasil, constituye un gran atractivo turístico que deja millones y millones en estos días ardorosos de frenética samba que hace contorsiones los monumentales cuerpos de las agraciadas bailarinas cariocas.
Rumbosos de colorido
VALERA también vivió los Carnavales rumbosos de colorido y calor, de música y alegría, que embriagaban por días los diversos sectores de la ciudad. Lindas mujeres reinaron en estas fiestas con sabor y gusto a pueblo, y las viejas calles se engalanaron más de una vez de bambalinas y motivos que animaron las locuras de Momo. En más de una vez fue premiado el disfraz más original el más despampanante y mamarracho, y muchos jóvenes se apretaban en las calles al paso de las carrozas para recibir caramelos que lanzaban desde sus tronos las bellas reinas y princesas. Pero, ¿Qué se hicieron estos Carnavales…? …Eran realmente los mejores, los más divertidos y populares?
Según hemos conocido, los Carnavales de lo 50, 60 y 70 fueron realmente extraordinarios. En Valera hubo mucha alegría, fiestas y grandes bailes. Y ahora?… Ahora, ya los carnavales populares se acabaron. Solo vemos una que otra caravana o desfile acompañado por reinas de los planteles educativos o instituciones públicas y en los periódicos, la reseña de las fiestas de los clubes, pero todo queda ahí. Ya no hay carnavales, populares como antes, por lo menos aquí en Valera, donde todo se limita a un desfile.
El Carnaval de ahora, solo hay fiestas en los clubs. Antes estas fiestas eran para el pueblo, por doquier podía verse el buen ambiente, era una fiesta de la ciudad. La gente protegía a los disfrazados, y hasta los brindaba. Todas las comparsas se dirigían generalmente a las plazas donde se realizaban los bailes públicos, para gozar al compás de la buena música. Ahora todo ha cambiado, no son ni la sombra de aquellos. Jamás se veía que nadie faltara el respeto a otra persona. En todo había orden y respeto.
Ahora la gente no organiza estas fiestas por temor a la inseguridad personal, y sobre todo tomando en cuenta la crisis económica y social.
B O C O N Ó da el ejemplo
En Boconó, los Carnavales son fiestas de muchos años, ya para el siglo pasado Boconó conocía a las festividades y luego a partir de 1920, aproximadamente, se inician unos Carnavales hermosos pero elitescos. Era la época en que se presentaba en el pueblo la Opera y el Teatro.
El pueblo hacía sus Carnavales en club privado, elegían como reinas, a la muchacha más bonita. Luego salían a la calle en caballos lanzandos serpentinas, caramelos y dinero, la gente reunía durante todo el año lochas, para en el Carnaval lanzarlas a la calle.
La comunidad era muy pequeña en ese entonces, lo que hacía que las fiestas fueran internas.
Sátira a la política
En los años treinta se mantiene la tradición pero se hacían más que todo como una sátira política, los disfraces cambian satirizando la dictadura de Juan Vicente Gómez, la gente se aprovechaba de los carnavales para hacer política.
También las festividades han servido como arma de lucha, las personas bajo sus disfraces lograban expresar sus ideas y muchas veces se daban mensajes secretos de la política a través de los disfrazados.
“Circo para el pueblo”
En los años 50, la dictadura toma para si el dicho romano: «Hay que darle circo al pueblo». Eso era para mantener al pueblo contento. Era el gobierno quien programaba, proyectaba y ejecutaba las fiestas. Los disfraces salían listos de la Seguridad Nacional y los concejos municipales, es decir, se disfrazaban los que eran afectos al régimen de Marcos Pérez Jiménez.
El rescate
Al abrirse la Democracia, viene un rechazo a los Carnavales y el pueblo se desahoga, lanzando agua, materiales nocivos.
Es inicio de los años 70, una dama boconesa de nombre Vilma Montilla se encarga de rescatar los Carnavales. Ella promovió los carnavales a nivel de todos los municipios, volvieron a salir carrozas y comparsas.
Boconó ha sabido mantener esta tradición. En el resto de los municipios del Estados fueron mermando. Hoy en día Boconó cuenta con los mejores carnavales de la región y con una gran proyección a nivel nacional. Enaltecen al pueblo a nivel cultural.
La actualidad
En la actualidad la situación económica, atenta contra esas tradiciones. Hoy el pueblo esta más preocupado por su bienestar, alimentación y seguridad, por lo cual han dejado de un lado toda celebración para ver como enfrentar el trauma del vivir el día a día.
1920
Es el año que se sita como el comienzo oficial de los Carnavales en la ciudad de Boconó. Los mejores de Trujillo.
De interés
En el siglo XVIII “las negritas” son incorporadas a las fiestas –carnestolendas. El eje central ha residido en los trajes, las máscaras, las comparsas, carrozas y el fabuloso mundo de Las Reinas, Príncipes y toda la corte.