Por: Antonio Pérez Esclarín /pesclarin@gmail.com
El próximo 27 de abril, será canonizado Carlo Acutis, un joven italiano que falleció a los15 años, y que es conocido como “el influencer de Dios” porque utilizó la tecnología como un medio para propagar la fe, acercar a los jóvenes al corazón misericordioso de Dios y promover la devoción a la Virgen María, como madre amantísima de todos, que nos comprende y cuida con especial esmero..
Si bien nació en Londres el tres de mayor de 1991, su familia italiana regreso a Italia en septiembre de ese mismo año y se establecieron en Milán. Carlo estudió primero con las hermanas Marcelinas y luego en el Liceo León XIII, dirigido por los jesuitas.
A pesar de que sus padres no eran muy religiosos y sólo se acercaban a la Iglesia en las grandes festividades o en la celebración de bautizos, primeras comuniones y matrimonios, desde muy temprana edad, Carlo mostró una gran sensibilidad espiritual, y en los viajes familiares les pedía a sus padres visitar iglesias y santuarios y oraba en ellos con gran devoción. Era muy devoto de la Eucaristía que consideraba su “autopista al cielo,” y de la Virgen María, a quien luego definió como ”la única mujer en mi vida”.
A los siete años Carlo manifestó su deseo de recibir la comunión y desde ese día, y hasta su muerte, asistió todos los días a misa y comulgaba. También rezaba el rosario diariamente , participaba en el catecismo para los niños de su parroquia, y dedicaba parte de su tiempo libre a visitar a los ancianos. Fue voluntario en los comedores populares , ahorraba dinero para dárselo a los más necesitados, y no estaba de acuerdo en que se le diera a los pobres las sobras de la comida de su casa, sino que exigía que se compartiera con ellos los mimos platos que comían ellos. También regalaba su ropa o zapatos cuando veía a alguien descalzo o vistiendo harapos.
Desde muy niño mostró un gran interés por las tecnologías de la información y la comunicación, y como estaba especialmente dotado para la informática, aprendió a programar por su cuenta, e ideó y organizó un material audiovisual relacionado con sus creencias religiosas acerca de las apariciones marianas y de los milagros eucarísticos. A los 11 años inició un ambicioso proyecto para documentar todos los milagros eucarísticos reconocidos por la iglesia. Tras dos años de investigación y viajes, en los que también participaron sus padres, culminó su proyecto en el que recogió un total de 136 milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia católica, con fotografías y descripciones. La exposición se inició en un sitio web pero posteriormente se materializó y se ha difundido por los cinco continentes. Por esta razón, se ha pensado en él como posible patrono de internet.
Era también un joven jovial, sociable, echador de broma, aficionado al fútbol, y muy querido por sus compañeros y amigos.
Carlo enfermó de una leucemia fulminante cuando tenía 15 años. Aceptó la enfermedad como voluntad de Dios, y al entrar al hospital le dijo a su madre: «De aquí ya no salgo. Estoy feliz de morir porque he vivido sin desperdiciar ni un solo minuto haciendo cosas que no le agradan a Dios». Soportó con buen ánimo y gran valor sufrimientos muy fuertes, y cuando la enfermera le preguntaba cómo se sentía con esos dolores, Carlo respondía: «Bien. Hay gente que sufre mucho más que yo” Y como su madre solía dormirse agotada junto a él, le rogaba a la enfermera que no la despertara, porque estaba muy cansada y se preocuparía mucho más. En el hospital nunca dejó de sonreír ni de preocuparse por los demás. Pidió la extremaunción y el 12 de octubre de 2006, falleció en el hospital San Gerardo de Monza, Italia. Antes de conocer su enfermedad, Carlo grabó un vídeo donde dijo que, si moría, le gustaría que lo enterraran en Asís y allí lo enterraron y está expuesto su cuerpo.
El proceso de beatificación se inició en la arquidiócesis de Milán en 2013, y el 5 de julio de 2018, en reconocimiento de sus virtudes heroicas, el Papa Francisco, lo declaró Venerable. Su madre, que tuvo que estudiar teología para responder a las preguntas e inquietudes de Carlo, afirmó: «Su jornada giraba en torno a Jesús, que estaba en el centro”. Para su beatificación, la Iglesia aceptó el milagro de la curación por su intercesión de un niño brasileño de siete años que sufría un trastorno pancreático, que según los médicos no tenía cura. El segundo milagro aceptado por la Iglesia y necesario para su canonización, consistió en la curación inexplicable de una joven costarricense que sufrió un grave trauma cerebral tras caerse de una bicicleta. A pesar de que el dictamen de los médicos fue muy negativo pues consideraban que no tenía cura, su madre viajó a Asís a rogarle a Carlo Acutis que intercediera por la salud de su hija y a los pocos días empezó su mejoría y pronto quedó completamente curada.
El 20 de noviembre de 2024, durante la audiencia general, el papa Francisco anunció que el beato Carlo Acutis será canonizado durante el Jubileo de los adolescentes que se celebrará en abril de 2025, siendo su fecha de canonización el domingo 27 de abril, cuando se celebrará la misa para los adolescentes..De este modo Carlo será el primer milennial en ser declarado santo. Con su canonización la Iglesia quiere subrayar que la santidad está abierta a todas las personas, especialmente a los jóvenes, y que es posible alcanzarla en la cotidianidad vivida como servicio y entrega. En un mundo marcado por la inmediatez, la superficialidad, el egoísmo y un uso poco humano de las tecnologías, la figura de Carlo resalta como un faro de esperanza.. Ojalá que su canonización promueva en los jóvenes el deseo de vivir la vida con mayor autenticidad y convierta las tecnologías en un instrumento de humanización.
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@antonioperezesclarin
www.antonioperezesclarin.com
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