El proceso de investigación sociológica, empírica, orientado a estudiar la construcción social de la realidad, como resultado de las interacciones interpersonales, es el construccionismo social. Es un enfoque fundamentado en una teoría sociológica sui géneris del conocimiento (Berger & Luckmann, 1996: 19) “que orienta la conducta en la vida cotidiana”. Por lo tanto, la comunicación y el lenguaje son prioritarios, para que las experiencias puedan ser compartidas en comunidad y nuevo valor sea añadido al conocimiento. El análisis de la realidad de la vida cotidiana parte del análisis de las díadas y tríadas, grupos sociales de dos y tres individuos, respectivamente.
Simmel es quien trata inicialmente este tema de la organización social, sustentado en el análisis de las díadas y las tríadas, al observar el conflicto (Simmel, 1964 [1908]), entre otras situaciones de la vida cotidiana, y siendo de su interés el estudio de la cohesión en grupos. Si consideramos, además, que una de las suposiciones del construccionismo social es que el conocimiento y la acción social van de la mano, esto es solo posible si en los grupos existe tal cohesión (patrones estables de interacción). Concluimos, entonces, que es necesario disponer de un método que nos permita estudiar en detalle su estructura, a nivel de las díadas y tríadas que lo conforman.
Como cada actor social en una tríada puede estar relacionado con los otros dos, en un sentido o en ambos, existen seis posibles enlaces entre estos. Esto se traduce en 64 posibles estados, pero, si los nodos carecen de identificación, ese número se reduce a 16 clases de isomorfismos; es decir, los restantes 48 son estructuralmente similares a una de las clases ya identificadas. Por otra parte, el interés del analista de redes sociales es detectar la presencia de los distintos tipos de tríadas en un grafo (i.e., sociograma): intransitivas, transitivas y transitivas vacías, cada una de ellas asociadas a diversas teorías sociales. Por eso el apoyo de los sociólogos es crucial.
Con el uso de la Tecnología Social SAI, operativamente, lo primero que se hace son los censos de las díadas y las tríadas, existentes en un momento dado en la Red Inteligente. Después, se establece la relación entre las características estructurales de la red (densidad, centralidad, etc.) y esos censos. Con la información proporcionada por los censos, el objetivo es interpretar los patrones de interacción. Ambos censos deben realizarse con una frecuencia dada. “Al igual que con el censo de díadas, se pueden utilizar modelos basados en censos de tríadas para probar la presencia de sesgos configurables, como el sesgo de transitividad” (Uddin & Hossain, 2013: 34).
A fin de cuentas, nuestra capacidad para interpretar la realidad social va a depender, en buena medida, del conocimiento que tengamos —circunstancialmente— de los procesos sociales que determinan los problemas sociales, ya sean estos reales o construidos socialmente. Es a través del debate de ideas, en grupos cohesionados y creados para tales fines, que podemos lograrlo. La creación de una Comunidad SAI (virtual/presencial) facilita esa tarea, además de permitir la generación de capital social. En la Sociología del Conocimiento, como una subdisciplina de la Sociología, hallaremos una guía para analizar aquellos procesos que sean de nuestro interés.
Referencias:
Berger, P. & Luckmann, T. (1966). The social construction of reality: A treatise in the sociology of knowledge.
Simmel, G. (1964 [1908]). Conflict; the web of group-affiliations.
Uddin, S. & Hossain, L. (2013). Dyad and triad census analysis of crisis communication network.
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