Ante la no existencia de documentación que ampare el rigor que demanda cualquier investigación histórica orientada a lograr el esclarecimiento del momento y fecha exactos de la fundación o establecimiento de algunos lugares, tal como es la situación que se presenta con el poblado de Campo Alegre, hoy elevado a parroquia adjunta al municipio autónomo San Rafael de Carvajal del estado Trujillo, recurrimos a la consulta oral de testigos presenciales o familiares de estos todavía vivos, que aún guardan en la memoria alguna información transmitida de generación en generación por pioneros o testigos, como fuente primaria de este acontecimiento tal como lo referimos a continuación.
Ramón Urdaneta Bocanegra
El Dr. Ramón Urdaneta Bocanegra, profesional del derecho, historiador, miembro de número de la Academia Nacional de Historia y Centro de Historia del estado Trujillo con decenas de obras publicadas, descendiente directo de Ezequiel Urdaneta Morantes, propietario de los terrenos donde está asentada la parroquia Campo Alegre, al ser consultado sobre el tema antes mencionado puntualizó: “Los linderos de la hacienda Cuba eran en Y, desde La Horqueta de Carvajal hasta el Zanjón de Chipuén, colindando con los Mora Gabaldón en lo hondo del Río Motatán, a lo profundo del Zanjón de Chipuén y su cauce con los Araujo Carrillo de Trujillo, al fondo con el Río Jiménez, pasando Dos Sabanas, donde en lo actual están el Aeropuerto, Cubita y Cerro Pelón hacia el Jiménez, limítrofe y en parte La Cejita y Pie de Sabana. -Allí en sus dominios fue donde acampó Bolívar y su ejército en 1820, cuando la firma de los Tratados de Trujillo-. Esta extensión de terreno fue adquirida por mi bisabuelo Ezequiel Urdaneta Morantes y heredada por mi abuelo Ezequiel Urdaneta Maya. A la muerte de mi abuelo y para zanjar diferencias familiares, en el año 1933 sus herederos convinieron dividir la hacienda desde la curva de La Hoyada en una poligonal oblicua en línea recta hasta el río Jiménez en dos partes, este documento fue redactado por el agrimensor y abogado doctor Alfredo Carrillo. No obstante que esta planicie sufría de permanente escasez de agua, hasta principios del pasado siglo XX, estuvo cubierta de maderas finas. Pero es a raíz de la crisis cafetalera de 1927, extendida por varios años, cuando los campesinos que ocupaban terrenos propiedad de los Urdaneta Braschi en las montañas vecinas, principalmente en los Cañaverales, La Macarena, Sabaneta, San Lázaro y otros fundos colindantes, solicitaron permiso para instalarse como arrendados en dichas tierras, aun cuando ya existía uno que otro rancho esparcido en el camino, allí fue cuando formalmente se inició el poblamiento de la zona, incluida el área espacial que ocupan Campo Alegre, Cuba y el terreno donde luce imponente el Aeropuerto Antonio Nicolás Briceño que se enajenó al Estado venezolano, en el transcurrir del tiempo, en la década de 1950, las otras porciones comenzaron a transformarse en los grandes piñales de todos conocidos, más tarde en los años de 1960 se efectuó la venta de algunas parcelas que hoy se cubren de viviendas e instalaciones culturales, educativas, deportivas, salud, entre estas edificaciones oficiales resalta la sede del gobierno municipal y su organización administrativa, la prefectura de la parroquia Campo Alegre, también es asiento de Industrias Kel, génesis de la empresa privada local, centros comerciales: Vista Park, aeropuerto, panaderías, talleres, múltiples pequeñas empresas de servicio, sede de la línea de transporte público Valera-Carvajal”.
Eduardo Valderrama
Eduardo Valderrama García, viejo poblador local, hace memoria para revelarnos: “La familia Valderrama García conformada por mis padres Juan Nepomuceno Valderrama y María de los Santos García, más seis hermanos arribamos al suelo de Campo Alegre Arriba provenientes del Llano de Melendres en el mes de julio del año 1944, al momento de instalarnos habitamos una modesta vivienda propiedad de mi papá, desde la que a continuación de estar establecidos, hice costumbre, una vez desocupado de la jornada agrícola ir a caminar al atardecer, haciendo un recorrido desde la casa en recto, cubriendo La Horqueta, el Centro de Carvajal, la Plaza Bolívar, la Iglesia, entradas del Filo, La Cabecera hasta llegar hasta llegar al Pie de la Serranía del Alto de La Cruz en San Genaro, cuando regresaba hacia el mismo trayecto, con desvío hacia El Amparo hasta -La Casona de los Suárez- donde me detenía a saludar y luego seguía la ruta a Campo Alegre, Cuba, Cerro Pelón, todos estos caminos eran de uso permanente por arrieros de mulas provenientes de campos aledaños, al momento de trasladar sus cargas de alimentos, hasta Betijoque; Escuque; Motatán o Valera, pueblos donde conseguían venderlos a buenos precios.
Todo el ancho y extenso territorio de La Horqueta hacia Campo Alegra Abajo lo ocupaban pequeñas haciendas unas plantadas de café, caraota, caña, cambur, plátano, yuca, tabaco otras destinadas a la cría de ganado caprino, porcino y vacuno, aves domésticas de corral, además de otros animales caseros, siendo la hacienda de Salvador Urdaneta más próspera, sin embargo, aún retengo en la memoria nombres de algunos otros propietarios: la familia Mendoza; Eleazar Rivas; Magín Pujol; Hortensia -La Tabaquera- Briceño, quien sembraba tabaco que recogía, secaba, almacenaba contando con la mano de obra de su pequeño núcleo familiar posteriormente procedía a elaborar manualmente unos puros caseros apreciados por los fumadores locales y foráneos.
Al momento Campo Alegre era una diseminada ranchería, incluyéndonos aquí no había más de cuarenta familias: En El Amparo vivían Joaquín Linares; Carlos Baptista; Rosalino Suarez; Francisco –Pancho- García; Moisés Bastidas; Rómulo Matheus; Leopoldo Contreras. Campo Alegre Arriba y Campo Alegre Arriba Abajo era habitado entre otros por Abel Linares; Adela Castro; Ángel Díaz; Antonio Hernández; Arístides Viloria; Cécimo Soto; Fernando Durán; Filomena Quintero; Hermes Lamus; las hermanas Ángela; Anatolia; Carmelita Ojeda; Juan Valderrama; Justiniano Paredes; Lucindo Mora; Manuel Baptista; María Castro; María Machado; Medardo Matheus; Miguelina González; Ninfa Franco; Zacarías Matheus; Salomón Morillo; Tiste Mora; las hermanas María Balbina; María Cristo; María Felicia; María Florinda; María Genarina Huz todos con sus respectivas cónyuges e hijos. Desde la Peladora de Arroz hasta la entrada de Cerro Pelón en lo que conocemos con los nombres de Cuba, Cubita; Sabana de Cuba y Mesa de Chipuén había siete casas que eran ocupadas por las familias Urdaneta; Cacique; Hidalgo; Infante; Rondón y Rubio.
Rafael Benito Perdomo
También Rafael Benito Perdomo primer cronista oficial del municipio San Rafael de Carvajal, único con obra publicada durante el ejercicio de sus funciones, fija posición al respecto del origen y nombre de esta localidad: “Esta porción de tierra llana, que hoy luce el nombre de Campo Alegre, la más extendida del territorio carvajalense, nació por iniciativa gente oriunda de rancheríos y haciendas circundantes, quienes en aquel entonces, se radicaron aquí para darle vida a desolados espacios situados a la vera del camino de bestias pertenecientes a la hacienda propiedad de la familia Urdaneta.
Según cuentan los primeros habitantes, este establecimiento ocurrió el 8 de marzo de 1890, y no es sino hasta el año de 1950 cuando se produce su indetenible despegue y evolución, vigente hasta hoy en día. Muchas fueron las familias de agricultores que fijando su mirada hacia el porvenir se asentaron aquí y de esta manera contribuyeron con su desarrollo. En la época del comienzo de su crecimiento dos personajes locales -José María Araujo y Santos Hernández-, le confirieron a este apacible y maravilloso poblado el nombre de Campo Alegre en una especie de cumplido al alegre, perpetuo, sublime encanto y belleza con que el sol pincelaba el paisaje de esta explanada durante todo el año, por igual a cada amanecer y la hora del crepúsculo. Campo Alegre fue mi delirio juvenil”.
Francisco Omar Araujo
Francisco Omar Araujo ingeniero e historiador connotado estudioso del origen del municipio San Rafael de Carvajal, Miembro de Número del Centro de Historia del Estado Trujillo, autor del diccionario Entre Letras y Letrados rememora el Campo Alegre de ayer: “Recuerdo la década de 1950 cuando los productores agrícolas asentados en terrenos limítrofes, al momento de trasladar la carga de sus cosechas hasta distintos destinos, lo hacían en brutos, transitando por la puerta de entrada a Campo Alegre, situada al lado de la casona que hasta 1960 ostento ser sede de una maquina peladora de arroz y maíz que procesaba industrialmente el grano de estos cereales extraídos de los sembradíos plantados en los campos de San Pablo de Jiménez, Santa Rita, El Amarillo y otras comarcas. También desde tiempos remotos aquí hubo grandes plantaciones de caña de azúcar y sus cosechas eran molidas en un trapiche cercano al Rio Jiménez donde producían papelón, batidos de panela aliñados, miche claro. Por lo demás, aquí se cultivó trigo para suplir las necesidades nutricias de la familia, sus tierras sirvieron para sembrar café, pastar ganado vacuno, posteriormente en todas sus laderas se cultivaron las más dulces, exquisitas piñas del país, a continuación, apareció el poblamiento no planificado y desaparecieron las piñas, pareciera que el pueblo se las comió todas de un tragón. Desde siempre sus pobladores son aficionados a las riñas de gallos, práctica que despliegan durante todo el año, recordando la existencia de galleras de nombradía a nivel nacional. -Siendo seguramente la satisfacción de sus pobladores con esta prolífica tierra, lo que determinó designar esta planicie con el nombre de -Campo Alegre-”.
Poblamiento
La apertura poblacional de Campo Alegre comenzó a finales del mes de marzo del año 1890, una vez cumplida ese mismo año la Semana Santa, cuando un labriego acostumbrado a recorrer estos dominios ante la imperiosa necesidad poseer un techo donde cobijarse para formar hogar con su mujer e hijo, junto a ellos como acompañantes una burra con su pollino, una chiva, tres gallinas y un gallo, encomendándose al Sagrado Corazón de Jesús, su santo protector, se hincó y comenzó a orar para que le proveyera fuerza y buena estrella a la pequeña empresa que habría de iniciar, una vez terminada su rogativa, de inmediato machete en mano procedió a desmalezar una determinada área de terreno, haciendo en ella cuatro holladuras donde empotró igual cantidad de estantillos, los que cubrió con ramas de palma para asentarse a la vera del camino real o vía de muleros nombres con el que era llamado este cruce de caminos como el primer habitante formal en esta posesión propiedad de la familia Urdaneta Morantes, de uso habitual por el campesinado proveniente de zonas aledañas, quienes tenían que atreverse a cruzar las turbulentas aguas del río Jiménez antes de ingresar a Campo Alegre por cualquiera de sus puntos de entrada: Cerro Pelón, Mesa de Chipuén, Cuba, La Peladora de Arroz y Santa Rosa y así poder trasladar sus producciones agrícolas a mercados y pulperías de pueblos colindantes.
* Cronista oficial del Municipio San Rafael de Carvajal