Este 28 de mayo la organización de desarrollo social trujillana, Centro de Animación Juvenil (CAJ), suma 46 años incentivando, promoviendo y formando ciudadanía.
La importancia de su labor radica en lo que implica ser ciudadano. El concepto de ciudadano hace alusión a quien ejerce su ciudadanía, condición que puede definirse como una serie de reconocimientos expresados en derechos y obligaciones, tanto individuales como sociales. Ardua tarea que el CAJ ha sabido transmitir de generación en generación.
Todo inició con jóvenes de espíritu y en edad, que por el año 1977 buscaban un lugar donde converger para compartir sus experiencias y animar a otros a que sumaran esfuerzos en ayudar a las comunidades – inicialmente – de la parroquia San Luis de Valera.
El Centro de Animación Juvenil data del año 1977, a raíz del crecimiento de organizaciones juveniles en el municipio Valera, proceso orientado por religiosos y religiosas salesianos. El 28 de mayo de 1982 es registrada como Asociación Civil Sin Fines de Lucro, pudiendo utilizar las siglas CAJ para todos sus actos. Registrada en el Ministerio de Educación y asociada al Grupo Social Cesap desde mayo de 1998.
Hoy sus fundadores históricos siguen en el afán de transmitir a las generaciones siguientes, la noble tarea de formar buenos cristianos y honrados ciudadanos.
La Plataforma Juvenil del Siglo XXI
Diario de Los Andes quiso honrar a los nuevos rostros del CAJ y conversó con parte de los integrantes de la Plataforma Juventud Activa por los Derechos, quienes mostraron su hambre de aprender y aportar a una compleja sociedad que tanto los necesita.
La Plataforma Juvenil del CAJ es la viva encarnación de uno de los objetivos transcendentales de la condición humana, el darle contenido a la vida.
Como han dicho varios filántropos, la diferencia de la vida humana a las otras formas de vida, es que el ser humano le puede dar – hasta cierto punto – una orientación, una ruta, un camino.
Estos jóvenes son el tipo de ciudadanos activos que comparten un sueño y, no solo eso, se lo transmiten a los demás, entienden que ello vale más que cualquier monumento, esto ejemplifica la esperanza humana que se va realizando en las nuevas generaciones, que comprenden que la vida no solo es recibir, es antes que nada es dar algo de lo que tenemos, y por más difícil que parezca, siempre tendremos algo para darle a los demás.
Eso es precisamente el CAJ del siglo XXI, jóvenes de espíritu que se convierten en mentores de otros jóvenes en edad y entusiasmo, cuyos procesos de formación y ejercicio ciudadano se renueva en cada generación que pasa por estos espacios. Como ellos mismos dicen: ¡Formando ciudadanos construimos un mejor país!
¡Felicidades en su aniversario 46 a la gran comunidad del Centro de Animación Juvenil!
Por: Alexander González CNP 25.770
Fotos y videos: Marcos Villegas