Por Alberto Torres Márquez | Crónica Uno
Caracas. En los últimos dos años el costo de vida de por sí cuesta arriba de Venezuela se ha enfrentado, además, al encarecimiento de los precios de bienes y servicios en dólares, lo que hace que cada vez se tengan que gastar más divisas para adquirir la misma cantidad de productos.
De acuerdo con estimaciones de la firma privada Ecoanalítica, divulgados en un foro de perspectivas para 2024, entre diciembre de 2021 y septiembre de 2023 el costo de vida en dólares aumentó alrededor de 80 %. Es decir, ahora se necesitan al menos $540 para adquirir lo mismo que se compraba con $300 hace dos años.
Sin embargo, el economista y director de Ecoanalítica, Pedro Palma, dijo que “esa inflación en divisas ha disminuido de forma importante en lo que va de año” por la desaceleración de la inflación en bolívares y a mayores incrementos en el precio del dólar.
El tipo de cambio ha tenido un dinamismo mayor que en el pasado y ha hecho que esa diferencia entre el aumento del precio de bienes y servicios y el del precio del dólar tienda a ser menor. Eso ha hecho que la inflación en dólares también sea menor”, asegura.
Palma agrega que otro factor que está influyendo en la desaceleración de la inflación en dólares es “la reducción de los márgenes de ganancias de algunas empresas”, que en años anteriores se mantenían elevados “como una medida de protección contra ese proceso inflacionario que vivíamos”.
El factor ventas
Ecoanalítica calcula que en enero y febrero de este año las ventas comerciales en el área metropolitana de Caracas disminuyeron más de 15 % respecto a los mismos meses de 2022 y se mantuvieron en negativo hasta julio, cuando el indicador comenzó a arrojar cifras positivas. En agosto, las ventas crecieron 3 % comparadas con las del año pasado.
El economista jefe de la firma, Luis Arturo Bárcenas, detalló que la contracción de las ventas en los últimos 10 meses implicó un recorte en las ganancias de las distintas empresas.
La distorsión de precios continúa, no a niveles de la hiperinflación, pero sí a niveles que acotan el gasto privado. No hay un contrapeso a esa contracción de la demanda producto de los mayores precios y las empresas han asumido una medida drástica como es dejar de tener ganancias”, asegura Bárcenas.
Las cifras de Ecoanalítica revelan que en 2022 el rubro restaurantes y hoteles cerró con una inflación en dólares de casi 70 %, pero en 2023 se redujo a menos de 10 %. Rubros como servicios de vivienda, alimentos y transporte se desaceleraron de más de 40 % a alrededor de 10 %; mientras que comunicaciones pasó de 30 % a más de 15 %.
Crecimiento desigual y sectorizado
El economista y socio director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, detalló en su exposición que el crecimiento de los últimos años se sigue enfocando en pocos sectores, pocas personas con capacidad de compra en una economía encarecida y pocas regiones del país.
En ese sentido, reveló que la firma proyecta un crecimiento interanual de más de 12 % en el sector alimentos y entre 10 % y 12 % en los sectores de tecnología, salud y servicios profesionales. Para 2024, estima que la tendencia sea similar, aunque con la incursión nuevamente del sector comercio.
Sin embargo, Oliveros advierte que toda proyección de inversión y crecimiento debe tomar en cuenta la realidad de los ingresos en el país. De acuerdo con los estudios de Ecoanalítica, 65 % de la población percibe menos de 100 dólares al mes; 31 % tiene ingresos de $100 a $600 y apenas 2 % gana más de 1000 dólares mensuales.
Oliveros también recalcó que el grueso de la actividad económica del país sigue concentrándose en las principales ciudades y con mayor énfasis en Caracas, donde calcula que se realizan 45,7 % de las transacciones comerciales. Ciudades como Valencia, Maracaibo y San Cristóbal apenas concentran entre 6 % y 12 % de las transacciones.
Las estimaciones de 2023 y 2024
Ecoanalítica proyecta que este año, en el escenario más optimista, la economía venezolana crecerá 1,7 % comparada con 2022, tasa inferior a la que estiman organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de hasta 5 %.
La firma proyecta una tasa de inflación de entre 266 % y 292 % para este año y que el tipo de cambio cerrará en Bs. 53,4 por dólar, en el mercado oficial, y Bs. 55,6 en el paralelo. Se estima un crecimiento de 1,2 % en las exportaciones y una contracción de 5,8 % de las importaciones, estimadas en 10.900 millones de dólares.
El sector público cerrará 2023 con un déficit de $5800 millones debido a una caída de 41 % en los ingresos petroleros, tan abrupta que no compensará la disminución del gasto. Para 2024, solo un escenario sin sanciones evitaría caer nuevamente en déficit.
El desempeño de la economía venezolana, asegura la firma, dependerá de las sanciones internacionales. El escenario base (con sanciones) es de 4,7 % de crecimiento económico, una variación de 11,4 % en las exportaciones y una producción petrolera de 819.000 barriles diarios (11 % más que este año).
De eliminarse las sanciones, habría un crecimiento económico de 9,9 % en 2024, variaciones de 11,4 % en exportaciones y 16,7 % en importaciones y una producción petrolera de 985.000 bpd.
La diferencia notoria sería, principalmente, las tasas de inflación y el tipo de cambio. En un escenario con sanciones, la inflación cerraría 2024 entre 128 % y 146 % y el dólar con un precio de 130 a 134 bolívares. Sin sanciones, la inflación podría ser mayor (de 242 % a 377 %), al igual que el tipo de cambio (entre Bs. 230 y Bs. 233 por dólar), previsiblemente por un posible aumento del gasto público al ser año electoral.