El venezolano seleccionado este año entre un grupo de doscientos escritores al premio Nóbel de Literatura, el larense Rafael Cadenas, afirmó en ocasión de recibir en octubre de 2018 el premio Reina Sofía de Poesía, que le otorgó la augusta Universidad de Salamanca y el estado español, que la poesía es “antipoder, pero que, aunque no se diga, está en defensa de la democracia”.
Cadenas, quien por lo general es parco, discreto, es un crítico del actual régimen venezolano, reiteró que la democracia demanda ser fortalecida mediante la educación, e insistió en la relevancia que tienen los medios de comunicación para alcanzar ese cometido.
Pero dijo que esa tarea no se cumple en la actualidad; es la educación un recurso que se debe utilizar para estimular la democracia.
Al ser preguntado de que la poesía siempre será la mejor aliada para que el hombre supere angustias, penas e incertidumbres cotidianas, el autor de Intemperie, estampó:”siempre hay poesía, sino en el poema, ella puede aparecer en la prosa, el teatro, el cine, la novela, el cuento. En ese sentido no abandona al hombre”.
¿El libro como instrumento va a subsistir pese a la avasallante presencia del mundo cibernético?
Si, sin duda, la prueba está en la cantidad enorme de libros que se siguen publicando diariamente en el mundo. Las editoriales continúan su labor, hay numerosas ferias del libro, abundan las librerías; todo eso revela que el libro es indispensable.
El dato
Cadenas vivió en Trujillo
Según algunos de sus biógrafos, el poeta que una vez estuvo exiliado en Trinidad por sus ideas políticas, residió durante su infancia una breve temporada en las inmediaciones de la capital trujillana, donde habitaban parientes del celebrado autor.
El poeta al referirse a su estancia en tierras trujillanas identificó el paraje de El Vergel, donde una alta montaña le daba la bienvenida todas las mañanas. Al parecer, evoca con gratitud esos momentos que vivió cerca de un paraje virgiliano, por su exuberante vegetación.