Por Jhoalys Siverio
Puerto Ordaz. La Sociedad Venezolana de Nefrología estima que en Ciudad Guayana hay alrededor de 200 pacientes con enfermedad renal que son atendidos en las únicas dos unidades de hemodiálisis que funcionan en la ciudad.
Una de ellas está en el hospital Raúl Leoni, en San Félix, que cuenta con cinco máquinas de diálisis. La otra es la Unidad de Nefrología (Uninef) Vida y Salud, en Puerto Ordaz, con alrededor de 18 máquinas.
El presidente de la Sociedad Venezolana de Nefrología, José Escalona, destacó que en los últimos años se redujo la cantidad de centros para diálisis.
El 11 de septiembre de 2020, por ejemplo, cerró la unidad privada Jesús de Nazareno, en Puerto Ordaz. Los 61 pacientes migraron a la Uninef Vida y Salud. El 6 de septiembre de 2018 cerró el centro José Gregorio Hernández, en San Félix, y sus 18 pacientes pasaron al hospital de Guaiparo.
Aquellos que, además, tienen enfermedades autoinmunes como el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH), solo tienen disponibles dos máquinas en Ciudad Bolívar, en el hospital del Tórax.
Más pacientes jóvenes
En marzo de este año, la Sociedad Venezolana de Nefrología en Ciudad Guayana hizo una jornada médica para la prevención de las enfermedades renales y atención a pacientes, a propósito del Día Mundial del Riñón. Allí constataron que entre las 120 personas que asistieron hubo quienes tenían cálculos en los riñones y no lo sabían.
Estos elementos patológicos muchas veces están presentes desde hace tres años y el paciente no tiene ninguna alteración ni dolor, hasta que ocurre el evento agudo que es un cólico nefrítico”, destacó Escalona.
La enfermedad no se reduce solo a personas de avanzada edad. En la nefrología, incluso hay una especialidad pediátrica. De hecho, Escalona advierte que cada vez hay más pacientes jóvenes con este padecimiento.
Estilo de vida
Oscar es un paciente de 21 años que comenzó a hacer ejercicio e hizo una rabdomiólisis que hizo daño a sus riñones.
“El médico me explicó que es un problema en el que se destruyen demasiado los músculos, y lo detecté porque comencé a orinar con un color oscuro, como el de la Coca-Cola. En los exámenes tenía alta la urea y creatinina”, relató.
Aunque en su caso lo atendieron a tiempo, nefrólogos en Ciudad Guayana comentan que dializan hasta cuatro pacientes de menos de 30 años por cuestiones agudas.
“En el adulto hemos observado que cada vez estamos ingresando a pacientes jóvenes menores de 30 años, con mayor prevalencia en el sexo masculino. ¿Qué sucede? Que en las primeras etapas de la enfermedad renal crónica, el paciente no tiene ninguna sintomatología. Pero cuando baja la función renal comienza a tener anemia, debilidad, fatiga, insomnio, comienza a orinar más de noche, orinar con bastante espuma, inclusive puede tener edema o hinchazón de los miembros inferiores”, detalló.
El médico nefrólogo observa también que, en parte, esto tenga que ver con que los jóvenes tienden a ingerir mucho licor, fumar, la calidad de la comida que ingieren no es la mejor. Además, muchos tienen sobrepeso. “La comida rápida, más que nutrirlos los inflama, y es una de las condiciones”.
Prevención
Escalona recomienda que para hacer prevención, las personas mayores de 25 años deben hacerse una evaluación con su médico de confianza para un perfil metabólico.
Agregó que se está estudiando en varias especialidades la influencia de la microbiota de la flora intestinal y cómo cambia de acuerdo con los hábitos alimenticios, y si es capaz de ser la puerta de entrada a enfermedades.
Los médicos hacen énfasis en la prevención, ya que muchos acuden en etapa tardía cuando se requiere de la diálisis.
El médico nefrólogo David Adames destaca que si una persona es diabética o hipertensa, debe consultar al nefrólogo.
Si hay cálculo o infección urinaria se deben revisar los riñones e ir a consulta una vez al año porque es algo silente. Generalmente, van tarde al nefrólogo, y nos mal llaman dializólogos. Veo pacientes con inicio de diálisis dos o tres veces por semana, pero prevengo muchísimos”, expuso Adames.
Otro de los factores a los que llaman a estar alertas es cuando hay deshidratación por diarrea, paludismo, rabdomiolisis o enfermedades autoinmunes.
De los exámenes médicos, recomiendan la hematología completa. La urea y creatinina son marcadores indirectos que evalúan para determinar si el paciente tiene una afectación renal, pero no es el único.
“Lo más importante es la evaluación clínica. Ver el perfil de lípidos, colesterol y triglicéridos, estar pendiente del ácido úrico y un examen de orina”, afirma el presidente de la Sociedad Venezolana de Nefrología.
Tratamiento
Existen, actualmente, dos modalidades de tratamiento sustitutivo renal. Uno es la hemodiálisis. La otra es la diálisis peritoneal, que lo realiza el paciente en casa. Para ello se hace un estudio del apoyo familiar, las condiciones económicas del paciente, el área donde habita y se dispone de cuál de las dos se aplica.
“Se está empezando a consolidar el programa regional de diálisis peritoneal, que tiene alrededor de unos 60 pacientes. La idea es que se puedan distribuir los pacientes de manera que puedan tener acceso a la oportunidad de diálisis. Recordemos que en los centros hay un cupo limitado y con el programa se puede llegar alrededor de 150 pacientes”, destacó Escalona.
Agregó que la diálisis peritoneal se emplea en pacientes cuya residencia está lejos de la ciudad donde se encuentran las unidades de diálisis, como Guasipati, El Callao, Tumeremo.
También destacó que el programa de trasplante comienza a fortalecerse.
“Se están tratando pacientes con donantes de vivo a vivo. Se trata de pacientes renales que tienen un familiar compatible y desean donarles un riñón. Hacen las pruebas y se realiza el trasplante. Pero requiere que el paciente esté un tiempo en Caracas porque debe haber varias pruebas antes del trasplante. Tienen que evaluarlo varios especialistas”.
Cuidados del paciente renal
Para el paciente con enfermedad renal que se dializa, los médicos insisten en la alimentación adecuada con un buen consumo de proteínas, evitar las grasas y bebidas con colorante.
“El paciente que se dializa mantiene las comorbilidades que lo llevaron a esa condición. Si es hipertenso, debe mantener el control de la presión arterial; si es diabético, control de los niveles de glicemia. Debe tener actividad física, por lo menos caminar de 30 a 40 minutos diarios. La ingesta de agua dependerá del volumen urinario que el paciente tenga”, detalló Escalona.
El que no ha llegado a diálisis, debe mantener un peso adecuado, no fumar ni ingerir licor, e igualmente controlar las morbilidades.
Fuente. Crónica Uno