El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Josep Borrell, ha afirmado este domingo (03.03.2019) que Estados Unidos, que propició la proclamación de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, no pensó que Nicolás Maduro «iba a demostrar esa resiliencia». En una entrevista en La Sexta, recogida por Europa Press, Borrell ha reconocido que se vive una situación «peculiar» y «atípica» porque España reconoce como legítimo a un presidente encargado que no tiene el control del territorio y la administración, que está en manos de un «Gobierno de facto» a quien España no reconoce legitimidad democrática.
Así, ha confirmado que España va a considerar «representante personal» de Guaidó a su enviado para España, Antonio Ecarri, porque «no se puede tener dos embajadores». De este modo, ha dejado claro que España no va a expulsar al embajador nombrado por Nicolás Maduro. De hecho, ha afirmado que, en caso de que algún español tenga algún problema en Venezuela, con quien se trata es con ese «gobierno de facto», que es quien tiene el control del territorio y la administración. «Tenemos que estar presentes allí, a lo mejor otros países no tienen tantos intereses», ha justificado.
Borrell ha reconocido que la situación que se ha creado no está «prevista en los manuales de Derecho Internacional», precisamente porque no se pensó que, cinco semanas después, Maduro seguiría en el Gobierno, pero ha señalado que el Gobierno español tiene que «trabajar en ese marco». Con todo, ha negado que el Gobierno esté «haciendo seguidismo» de Estados Unidos, y ha recalcado que el PP le llama «chavista» y ERC «esbirro de Trump». «Si estuviéramos haciendo seguidismo estaríamos en el Grupo de Lima», ha replicado. Con todo, ha valorado que este Grupo también ha dicho ahora que no quiere una intervención armada. «Hay remedios peores que la enfermedad», ha resumido.