Desde los tiempos de la Guerra Fría, cuando los EEUU y la URSS convirtieron a los Juegos Olímpicos en un escenario para demostrar la superioridad de sus sistemas, el deporte ha sido un campo de batalla donde las grandes potencias demuestran su poder. En la tensión existente en la cancha cuando se enfrentan los equipos de los países más poderosos del planeta, también se expresa la confrontación entre modelos distintos de organizar la economía y la sociedad.
El deporte es una palestra para promover ídolos y símbolos emblemáticos de cada modelo de desarrollo. Las narrativas que proyectan la rivalidad entre sistemas políticos y económicos distintos encuentran en los juegos olímpicos de verano e invierno un escenario por excelencia para disputar la supremacía que aspira lograr cada cual. El ranking de medallas doradas tiene una connotación semejante al ranking del PIB internacional para proyectar en el imaginario internacional cuáles son las potencias en ascenso y cuáles las que han entrado en decadencia. Los equipos deportivos que logran derrotar en la cancha a sus archirrivales en el tablero geopolítico son recibidos como héroes nacionales.
A tal extremo llegó la confrontación entre las principales potencias, que los bloques hegemónicos se boicotearon mutuamente los Juegos Olímpicos que les correspondía organizar, tal como ocurrió en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 y las Olimpiadas de Los Ángeles en 1984. Estados Unidos boicoteó el evento olímpico en la capital soviética como protesta por la invasión a Afganistán y 4 años más tarde la URSS y los países del Bloque Comunista de Europa del Este dejaron de asistir a Los Ángeles argumentando razones de seguridad.
Actuación de los países hegemónicos en los juegos Olímpicos
En los tiempos de la guerra fría los grandes rivales en los juegos de verano fueron los EEUU y la URSS. En los de invierno la supremacía se la disputaron EEUU, la URSS, Noruega, y Alemania Oriental. Desde la implosión de la URSS, en los juegos de verano el nuevo rival de los EEUU es China. En los juegos de invierno la incursión de China es más reciente.
Los primeros Juegos Olímpicos de verano organizados por China fueron en 2008. Un evento memorable por el colorido, la cultura, el nivel de competencia y la inversión que representaron. En el medallero de Beijing 2008, China obtuvo 51 de oro, 21 de plata y 28 de bronce para un total de 100 medallas. Los Estados Unidos ganaron 36 de oro, 38 de plata, 36 de bronce para un total de 110. China ganó más medallas de oro y por primera vez se coronó campeón de los Juegos Olímpicos de verano, superando al tradicional campeón de los EEUU.
En el marco de las tensiones derivadas por la guerra comercial entre EEUU y China, el gigante asiático se prepara para celebrar los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de Invierno Beijing 2022 y romper todos sus records. Los atletas y entrenadores de las selecciones nacionales saben que este reto que tendrá un significado geopolítico más allá de la rivalidad deportiva.
Tan es así, que el presidente Xi Jinping afirmó que el Comité Central del PCCh otorga gran importancia al trabajo preparatorio de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno Beijing 2022. Personalmente supervisa la construcción y adecuación de las instalaciones deportivas y asiste a las sesiones de entrenamiento de los atletas para animarlos e inspirarlos. Xi expresó que con la celebración de los Olímpicos de Invierno en Beijing China tiene el propósito de convertirse en una potencia deportiva mundial.
Los XIII Juegos Paralímpicos de Invierno que se celebrarán entre el 4 y el 13 de marzo será una competencia que permitirá a los deportistas alcanzar la excelencia competitiva y el ranking de medallas servirá para proyectar el poderío del país campeón hacia otros campos de la ciencia, la tecnología, la economía y la sociedad.
Víctor Álvarez R. / Davgla Rodríguez A.
@victoralvarezr/@davroalvarez