Gustavo Antonio Fajardo, de 42 años, fue asesinado en la noche del 11 de febrero, en el sector Las Mulas, parroquia Chejendé, del municipio Candelaria. De acuerdo al relato, los victimarios irrumpieron en su residencia, a eso de las 8:00 de la noche, cuando él se encontraba en el patio, junto a amigos y familiares. Los maleantes, armados y encapuchados, obligaron a los presentes a entrar en la casa. Luego, sin piedad, le dispararon en la cabeza.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) inició las investigaciones en el caso y no descartan una venganza, debido a la manera en la cual procedieron los responsables. Sin embargo, los detectives aún no manejan la identidad de los criminales. Principalmente porque los testigos no pudieron ver sus rostros y porque la víctima nunca les comentó a sus allegados si había recibido amenazas de alguien en particular.
Trabajador
Para sus familiares, Fajardo no tenía problemas con nadie. Apenas le daba tiempo de trabajar la tierra, ordeñar vacas y mantener a sus hijos. Esperan que las autoridades puedan encontrar a los culpables. Aunque si esta justicia no los satisface, ponen su fe en Dios. Según sus hermanos, el hombre no tuvo roces con la ley, menos con sujetos de mala conducta.