Bogotá, 31 ago (EFE).- Las delegaciones del Gobierno colombiano y del Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las ya disueltas FARC, comenzaron este jueves un encuentro en las «montañas del Cauca» en un acercamiento que «busca allanar el camino para explorar la eventual instalación» de una mesa de diálogo.
«Se espera tener conclusiones importantes de alivio y protección para las comunidades que están en medio de situaciones de confrontación y de hechos de violencia; y también establecer la ruta para la instalación de la mesa y los acuerdos de cese el fuego, de agenda, de protocolos», indicó este jueves Camilo González, jefe de la delegación del Gobierno.
Por su parte, el EMC a través de un comunicado compartido en sus canales de comunicación, especificó que «el primer acercamiento busca allanar el camino para explorar la eventual instalación de una mesa de negociación que ponga fin al conflicto colombiano».
La Oficina del Alto Comisionado para la Paz detalló que el encuentro se alargará hasta el domingo y tendrá lugar en una zona rural del municipio de Suárez, en el convulso departamento del Cauca (suroeste).
Este encuentro «tendrá carácter cerrado y confidencial, y contará con la presencia de testigos internacionales, de la Iglesia Católica y del Consejo Mundial de Iglesias», agregaron las autoridades.
En palabras de González, «hay un ambiente positivo para que la reunión tenga un resultado adecuado».
«Nosotros mantenemos nuestra palabra empeñada (…) en que para avanzar en cualquier proceso de paz es necesario un cese el fuego; no tiene lógica que mientras unos conversamos otros estemos en la selva enfrentados», indicó por su parte Andrey Avendaño, uno de los miembros de la delegación de las disidencias, quien insistió en la participación de las comunidades.
En este sentido, aseveró que «hay que ser optimistas aunque no es un proceso fácil y habrá dificultades».
DIÁLOGO CON EL EMC
El EMC está comandado por alias «Iván Mordisco» y desde hace meses se han producido acercamientos entre esta disidencia y el Gobierno colombiano en el marco de la política de paz total impulsada por Gustavo Petro.
Aunque inicialmente se dieron pasos en el camino hacia este diálogo, la relación entre esta guerrilla y el Gobierno se enfrió tras una serie de ataques por parte de la primera, que incluso provocaron la suspensión unilateral del cese el fuego bilateral por parte del Gobierno en cuatro regiones del país, cuando asesinaron a cuatro menores indígenas.
Este cese de hostilidades que lograron Gobierno y EMC a principios de año duró seis meses (hasta junio) y se espera que durante este encuentro y un eventual diálogo de paz se pueda renovar.
Tras un aumento de los ataques del EMC en las últimas semanas en varias zonas del país, como el departamento del Cauca, el presidente Petro dijo este mes que las negociaciones que se hagan en el país con grupos armados deben partir del cese de hostilidades contra civiles.