La mañana del martes 27 de marzo, los presbíteros y párrocos de la Arquidiócesis de Mérida celebraron junto con su pastor, su Eminencia Baltazar Cardenal Porras, y su Obispo Auxiliar, Monseñor Luis Enrique Rojas, la Misa Crismal que conmemora la unidad de la Iglesia Católica, en la que también se bendicen los Santos Óleos y se consagra el Santo Crisma.
Esta celebración, en la que los sacerdotes bañados con el óleo de la alegría renuevan su voto de obediencia a la Iglesia, al Papa y a su Obispo, estuvo signada por la oración especial por todos aquellos venezolanos que se han marchado de su patria en busca de mejores oportunidades, así lo refirió el Cardenal Porras al iniciar la homilía del día.
El párroco de la Catedral merideña, padre Eduard Molina, ratificó que “consagramos los santos óleos, que significan que somos una Iglesia consagrada, ungida por el Espíritu para anunciar la buena noticia, para ser profetas de Dios en un pueblo que necesita tanto de las voces de libertad”.
En esta ocasión el aceite para preparar los Santos Óleos fue donado por los feligreses, pero el grueso de ello fue fruto del amor demostrado por un sacerdote merideño que actualmente cursa estudios y ejerce su ministerio en Roma, lugar desde donde envió el caritativo donativo para preparar los aceites santos, en especial el Crisma que este año se caracterizó por su aroma a eucaliptos, planta arraigada en el municipio Arzobispo Chacón, en memoria del Arzobispo constructor, Monseñor Acacio Chacón Guerra.
Al finalizar la eucaristía solemne, los consejos parroquiales de los pueblos merideños rindieron el fruto de la Campaña Compartir del año 2018, y mientras retiraban los óleos del presbiterio, inmortalizaban su vista con una fotografía al lado del pastor de la grey merideña. Euro Lobo SSCC / CNP: 12.112