Por el tiempo de uso, varios equipos esenciales para prestar el servicio de oftalmología del Hospital Central de San Cristóbal, se han dañado. Es por ello, que los galenos que prestan atención en esta área solicitan el apoyo de los sociedad civil para volverlos a poner operativos.
Así lo comunicó el médico Nelson Rosales, jefe del Área de Oftalmología del Hospital Central de San Cristóbal, el cual es uno de los servicios públicos gratuito del Táchira, subvencionado por la Misión Milagro y por la gobernación del Táchira.
Rosales expuso que por ejemplo, el equipo facoemulsificador que es importante para el servicio de oftalmología y para los pacientes que requieren de cirugías de cataratas, se encuentra fuera de servicio. Este equipo electrónico presentó fallas en la pantalla y se le quemó un circuito, de acuerdo al diagnóstico de la casa fabricante, pero el costo aproximado de la reparación ronda los 10.000 dólares.
Además existen otros equipos de diagnostico, inoperativos, como el de retinopatía prematuro que se le dañó la cámara retinal, entre otros.
Cirugías son costosas en clínicas
Una cirugía en una clínica privada desarrollada con el facoemulsificador ronda los 1000 dólares. Pues la ventaja de tener disponible este equipo en el HC, es que permite al médico realizar una cirugía con una incisión muy pequeña y segura, y al paciente le permite una rehabilitación muy pronta.
En años anteriores a la pandemia, esta área llegó atender a unos 4000 pacientes en consultas y emergencias, y entre 150 y 700 cirugías al mes. «Cuando aparece la pandemia nos obliga a redireccionar a los residentes, porque se fueron al área covid a hacer guardia y pasamos como tres meses con una función muy baja», expresó el encargado del servicio.
Rosales explicó que con la pandemia bajaron a unas 1000 atenciones al mes, dado a que no se detuvo la atención.
Por su parte, un grupo de médicos residentes están realizando jornadas de operaciones de pterigion, a personas que requieren estos servicios, a pesar de las deficiencias que existen con los equipos esenciales, expresó el médico residente José Vivas.