“El agua se pierde. El embalse de la represa Santo Domingo, que sirve a la hidroeléctrica José Antonio Páez, está lleno. Que la planta ubicada en Barinas no produzca ni un megavatio (MW), no es culpa de la sequía -como lo atribuye el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez- sino de que sus cuatro unidades están paradas”, afirman los conocedores del tema
Con información de Diario La Verdad
Hace una semana el ministro de Energía Eléctrica -Luis Motta Domínguez- visitó velozmente tierras trujillanas, para informar que los prolongados apagones se debían a fallas en el sistema de generación hidroeléctrica, debido a la sequía que “azota” a los embalses surtidores de electricidad de los estados occidentales, en este caso especialmente Trujillo. Ante tal aseveración surgió la pregunta: ¿Miente el ministro Motta Domínguez al decir que las “interrupciones no programadas” del suministro eléctrico las origina “la madre naturaleza”?
En un trabajo publicado en el Diario La Verdad (estado Zulia) calzado por la periodista Nataly Angulo (nangulo@laverdad.com), asevera que por la avería de las turbinas de 60 MW, cada una pierde la capacidad de producir 240 megavatios, lo que significaría que de estar el Sistema Interconectado Nacional sin fallas de este tipo, no habría racionamientos en las horas de mayor demanda en los estados Trujillo, Mérida, Táchira, Portuguesa, Barinas y el Alto Apure.
“El agua se pierde. El embalse de la represa Santo Domingo, que sirve a la hidroeléctrica José Antonio Páez, está lleno. Que la planta ubicada en Barinas no produzca ni un megavatio (MW), no es culpa de la sequía -como lo atribuye el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez- sino de que sus cuatro unidades están paradas”, reseña la periodista haciendo alusión a la opinión de varios especialistas en el área.
Sin producir energía
Detalla que en marzo de 2017 ya la planta hidroeléctrica no producía energía, esto de acuerdo con un informe de la misma empresa estatal Corpoelec sobre la operación del sistema eléctrico nacional del 3 de marzo de 2017, fecha para la cual la planta Páez generaba cero megavatios.
Niveles óptimos
Fotografías tomadas por el portal noticioso El Pitazo a la represa ubicada en Mérida, muestra que el embalse Santo Domingo está en niveles óptimos de agua. Por ello el ingeniero José Aguilar, consultor y experto en análisis de riesgos eléctricos, estima que la presa está cerca de mil 593 metros sobre el nivel del mar (msnm) tras comparar las imágenes con los planos de la obra.
“No están produciendo energía porque ese embalse jamás estaría con esa cantidad de agua si estuvieran produciendo electricidad”. Explica que el nivel mínimo que debe tener el embalse para que puedan operar las turbinas de la planta Páez es de mil 564 msnm, mientras que el máximo que tiene es de mil 596,50 msnm.
Derrochando agua
Además añade que otro de los problemas que tiene el embalse es que las cuatro compuertas de aliviadero están averiadas y no cierran por completo. “Están derrochando el agua. El ministro miente cuando dice que hay sequía”.
Cero racionamientos
Aguilar cuestiona que los estados del suroccidente del país no estarían sumergidos en planes de racionamientos de hasta 16 horas diarias, si la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) distribuye mejor la energía y compra megavatios a Colombia.
“La región afectada tiene una demanda de 1 mil 400 MW o 25 gigavatios hora (gvh) diarios de energía, que no es constante; y si sumamos lo que el ministro Motta dijo que aportan las hidroeléctricas de los Andes (150 MW / 2,5 gwh por día) más las térmicas (266 MW / 6,5 gwh por día) y lo que podría enviarse por el Guri (900 MW / 21,6 gwh por día) no habrían apagones”.
Fallas que ocultan
Pero el experto duda que Corpoelec envíe los 900 MW diarios desde el Guri hacia el suroccidente. Aclara que el envío de energía hacia Los Andes, a través de las líneas que pasan por el estado Zulia y Los Llanos, sería efectivo si no hay ninguna otra falla en el Sistema Interconectado Nacional. “Si no pueden hacerlo es muy probable que hay ‘algo’ más que no se encuentra en condiciones y obviamente se oculta”.
Rápido alivio
El ingeniero José Aguilar, consultor y experto en análisis de riesgos eléctricos insiste en que la compra de 150 MW a Colombia sería un alivio rápido y económico para la región afectada por los apagones. Dijo que el Gobierno pagaría -de acuerdo con la cotización de la semana pasada- medio millón de dólares por día, menos de lo que gastaría en combustible para las máquinas de la térmica Don Luis Zambrano si estuvieran operativa y generando la misma cantidad de megavatios.
La amenaza de un apagón indefinido está latente
El Ingeniero Electricista, Fernando Lugo, dice que la situación eléctrica luego de ser explicada por los ingenieros Miguel Lara, ex gerente de la Oficina de Planificación del Sistema Interconectado Nacional, Moisés Delfín y Ezio Carrero, especialista eléctrico y ex gerente regional de Corpoelec, siente la obligación moral – como conocedor de la materia – a terminar de completar tal información que ellos por la razón que sea han omitido y, es precisamente decir con franqueza que no desde este momento, sino desde hace ya bastante tiempo, “Venezuela está condenada a un apagón indefinido de magnitudes incalculables”, dada la gravedad del deterioro de las líneas de trasmisión y distribución a nivel nacional, producto de la falta de inversión en el mantenimiento pero sobre todo, de la sustitución del tendido existente, el cual ya dio su vida útil.
“Lo grave de la situación, no es lo que está pasando, sino lo que se avecina, dado tres importantes factores: la falta de personal técnico para acometer los trabajos, la falta de equipos especializados y por último y lo más preocupante es, la falta del recurso monetario”.
“Para que se entienda mejor, el por qué de los cada vez más prolongados racionamientos a nivel nacional, haré una analogía con una persona que lleve una vida sedentaria y un hábito poco sano de alimentación y con el pasar del tiempo, sus arterias poco a poco se van tapando hasta llegar un momento en que como consecuencia de la obstrucción por mucho que su corazón bombee sangre, no será posible que esta llegue con la misma facilidad a sus destinos finales”.
Continúa: “las líneas de trasmisión no están en capacidad de hacer llegar desde las plantas generadoras (represa de Guri, Plantacentro, Tacoa, etc. Suponiendo que todas estuvieran operativas) hasta las subestaciones regionales la demanda del fluido, por la gran cantidad de puntos calientes de las líneas, como consecuencia del estado de deterioro de las ternas instaladas, generando caídas de tensión que hacen fluctuar el voltaje y peor aún los cada vez más continuos apagones”.
Para el ingeniero, en lo único que sí está claro el Gobierno, es que para evitar el colapso, no deben exceder la capacidad de trasmisión, y es por ello que aparece el racionamiento, para tratar de no sobrecargar las líneas y mantener aunque sea por horas, la continuidad del servicio.
“Lo grave de la situación, no es lo que está pasando, sino lo que se avecina, dado tres importantes factores: la falta de personal técnico para acometer los trabajos, la falta de equipos especializados y por último y lo más preocupante es, la falta del recurso monetario, también del tiempo que se requiere para instalar una terna paralela de líneas de trasmisión a nivel nacional, lo cual teniendo a la mano todos los recursos, podría tardar años, dada la complejidad de los trabajos, lo accidentada de la geografía nacional y la cantidad de kilómetros de tendido eléctrico necesarios para reemplazar lo cual tardaría meses en fabricarse”.