Por Héctor Antolínez /Crónica Uno
Caracas. Uno de los nombres que estará presente en la elección presidencial de 2024 como candidato es el de Antonio Ecarri, quien junto con su joven partido, La Alianza del Lápiz, aspira a dar la sorpresa contra la Plataforma Unitaria, la Alianza Democrática y el Gran Polo Patriótico.
Para Antonio Ecarri, la ventaja está clara en el hecho de que al ser la candidatura “menos rechazada y más desconocida”, tiene también “un gran potencial de crecimiento”.
Entre sus ofertas, el aspirante presidencial, quien ya dejó claro que no estará en la primaria de la Plataforma Unitaria, dijo que apostará por reducir el tamaño del Estado y hacerlo más eficiente para poder alcanzar los 2500 dólares mensuales que, según él, debe cobrar un maestro, profesionales prioritarios en su administración.
La entrevista completa de Antonio Ecarri con Crónica.Uno puede leerla a continuación:
¿Cómo evalúa el tema de la elección primaria?
—La suerte de lo accesorio siempre sigue a lo principal, es un viejo adagio romano. Lo que ha quedado de la Plataforma Unitaria es inexistente, ahí lo que hay son sectores políticos devaluados, decepcionantes, que pertenecen a otra etapa de la historia de Venezuela y la verdad es que la comisión de primarias fue designada por algo que ya no existe.
Es decir, hoy veo yo una elección interna de un grupo que no existe y, evidentemente, no le auguro una buena ruta, sino unas buenas personas con una buena intención cuyo soporte político es inexistente.
¿Va a participar en las primarias o se mantiene con la negativa de estar ahí?
—No. ¿En cuáles primarias? No hay primarias. En Venezuela no hay primarias, lo que hay es una elección de un pequeño grupo que está tratando de ponerse de acuerdo sobre formas cuando las diferencias que tiene son de fondos.
Lo que nosotros queremos es activar esa inmensa mayoría popular que está desconfiada de la clase política venezolana, que se decepcionó del PSUV y de la MUD, nuestro objetivo político es unir a Venezuela, no desunirla.
El país ha estado sometido en los últimos años a una polarización que divide, entonces continuar en esos procesos internos de una oposición devaluada es ponerse de espalda a ese nuevo país, ese nuevo venezolano que acaba de surgir y que es consecuencia de un cataclismo social luego del apagón del Estado petrolero.
¿Cuáles diría que son sus fortalezas y debilidades como aspirante presidencial?
—La principal fortaleza es que representamos un legado histórico y una proyección de futuro. Representamos el legado histórico de Arturo Uslar Pietri, de la Venezuela educadora, la Venezuela civil y de las instituciones.
Planteamos el cambio sin sobresaltos, es decir, no andar con la idea de que en unas elecciones se participa y en otras no, en unas se piden invasiones extraterrestres y en las otras te vas para Júpiter, sino que vamos en la ruta popular, electoral y constitucional. La principal fortaleza es la innovación, creo que estamos entendiendo a ese venezolano.
No le llamaría debilidad, pero nuestra principal área de oportunidad es el desconocimiento. Tenemos el reto de ser la principal fuerza política de Caracas y Aragua, pero ahora queremos ser la primera nacional. Hoy todos los números nos dan que somos la candidatura con menos rechazo en el país, pero también la más desconocida, eso nos da un inmenso potencial de crecimiento.
Hablando de ese potencial para crecer, La Alianza del Lápiz es un partido nuevo y pequeño, ¿tiene la estructura con qué medirse al resto de la oposición y al PSUV?
—Tenemos algo que es un requisito y que es superior a esos grupos: tenemos dignidad, las ganas, la voluntad, el programa, la nueva Venezuela.
Es un programa, una visión del país muy concreta basada en tres áreas fundamentales que son: el desarrollo humano, una economía abierta y la democracia plural, no creemos en la polarización por eso no queremos estar con los polos.
De los sectores que se identifican como oposición, por un lado la Plataforma Unitaria y en otro la Alianza Democrática ¿Cómo aspira usted conseguir votos de las personas que apoyan a estos sectores?
—Te faltó mencionar un gran grupo: los independientes, que son la gran mayoría, yo voy por la gran mayoría de Venezuela que no está en el G4 ni en la Alianza Democrática y con muchas estructuras que nos están dando su apoyo político, que vienen de años de ser ignorados en estas organizaciones políticas y que se están sumando a Lápiz.
Lo nuestro es algo totalmente nuevo e innovador, algo que tiene que ver con el público independiente y no con la gente que está ya condenada y decepcionada de vivir con lo mismo.
Hablando de independencia, hay personas que han manifestado sus dudas con respecto a usted por su cercanía con José Luis Rodríguez Zapatero ¿Cómo se les convence de su independencia? ¿Cómo se responde a acusaciones como las del artículo de La Moncloa?
—A mí esas cosas me dan risa, primero porque no me ha llegado el cheque, y segundo porque todo eso es un bulo, un fake news, ¿Qué es un fake news? Cuando se saca una noticia que no tiene fundamento.
Mi amistad con el (ex) presidente Rodríguez Zapatero y con otros expresidentes y líderes mundiales es producto de mi relación al ser presidente de la Fundación Arturo Uslar Pietri por muchos años y, ojo, malas noticias para los adversarios y los pavosos: van a venir más expresidentes y no solo Rodríguez Zapatero y (Ernesto) Samper, van a venir muchos más y pronto vamos a tener un invitado especial que va a causar bastante discusión y debate.
Pero la verdad, lo que quiero decir es que es increíble que nosotros, por ejemplo, traemos a Zapatero y nos sentamos con él aquí, en la sede de El Lápiz, públicamente y con las cámaras, lo que pasa es que hay una cantidad de actores políticos que son hipócritas. Por ejemplo, la MUD que pidió al presidente Zapatero que les hiciera lobby con el gobierno de España, que es un país gobernado por el partido político del presidente Zapatero. ¡Ajá! Pero esa reunión sí es privada. En El Lápiz lo que tenemos es una agenda pública.
Creo que el presidente Zapatero va a ser reivindicado porque es un hombre que permite hablar con todos los sectores. Venezuela tiene que dejar de ser ese país en el que tú no hablas con nadie.
La Alianza del Lápiz tiene el lema de “Educación es Solución” ¿Cómo solucionarías, si fueras el presidente, la crisis salarial que existe con los maestros?
—La sociedad venezolana entera y el Estado abandonaron a los maestros hace muchos años. A mí me han criticado por años por hablar del tema educativo, me han dicho que eso es para después, que eso no es importante; eso se decía desde la propia oposición, los que llegaron al 2015 a la Asamblea Nacional y no reformaron la Ley Orgánica de Educación después de que nos desgastamos las suelas de los zapatos protestando contra esa ley.
Tengo 24 años de mi vida luchando contra este régimen porque no me gusta su política educativa y me parece un fracaso, pero es que también están los hipócritas que dicen que son defensores de la educación pues no lo son.
El maestro tiene que ser el profesional mejor pagado y mejor tratado del país para que Venezuela pueda tener un cambio y desarrollo. ¿Pero y los demás funcionarios? Pues también, sí, pero el maestro tiene que tener prioridad.
Ahora hemos dicho que el maestro venezolano tiene que tener un sueldo base de 2500 dólares mensuales ¿Cómo se paga eso? Con una transformación del Estado. Quiero recortar el gasto público y el tamaño del Estado para tener mejores sueldos y un mejor régimen.
Dentro de poco vamos a presentar una propuesta interesantísima al país que tiene que ver con una reforma del sistema laboral de los maestros venezolanos. Te aseguro que durante y después del gobierno de El Lápiz, las colas de los que van a querer regresar para ser maestros van a ser muy grandes.
Además de estar en contra del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras y de un recorte del gasto público ¿Qué otras iniciativas económicas se verían en un gobierno de Antonio Ecarri?
—Lo primero que quiero resaltar es la política petrolera. Venezuela, como dice Arturo Uslar Pietri, su presente y su futuro depende de la industria del petróleo y eso es muy importante.
La reforma de la Ley de Hidrocarburos nos permitiría abrirnos al capital privado. Necesitamos la privatización de la industria petrolera venezolana, no del petróleo, pero sí de la industria.
Necesitamos inversión extranjera en Venezuela para lograr tener una producción que supere los 6 millones de barriles. Si hubiésemos continuado con la política petrolera, que se mantuvo desde 1922 hasta entrada la década de los 70, Venezuela tendría hoy más de 9 millones de barriles diarios de producción de petróleo.
Una segunda medida es la dolarización definitiva del Estado, queremos tener un régimen multimoneda y que podamos tener hasta una caja conversión de bolívar-oro que permita que el bolívar sea un marco referencial, pero que Venezuela recorte su gasto público y volvamos a la disciplina fiscal que una vez tuvimos.
Además aplicaríamos una baja en los impuestos, necesitamos impulsar la actividad económica, el gobierno se va a convertir en la agencia de promoción de inversiones más importante de la historia.
¿Por qué Antonio Ecarri es el mejor nombre para la presidencia?
—Creo que Antonio Ecarri tiene un plan para Venezuela. Un plan y unas ideas muy concretas, que las estamos manifestando. Es decir: la educación como el primer punto de la agenda nacional y el objetivo de que Venezuela diversifique su economía, fortalezca su industria petrolera para fortalecer los demás rubros.
También que tengamos una economía libre con un Estado pequeño y eficiente, y ese Estado inmensamente solidario con las minorías, además, sin discriminación. Eso es lo que queremos, por eso El Lápiz viene para abrir paso a una nueva historia de Venezuela.
La diferencia nuestra es que todos los demás pertenecen al pasado, son los mismos rostros de hace 25 años y diciendo lo mismo, solo que van cambiando dependiendo del mes que les toca. Nosotros vinimos a decir cosas nuevas, a convertir a Venezuela en ese puntal de ciencia, tecnología e innovación, y de grandes sueños.
Fuente: Crónica Uno