Especial DLA.- Este 22 de octubre, se cumple un año de las históricas primarias, proceso – que fueron más allá de la elección de la candidatura presidencial organizadas y convocadas por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) – se ha constituido en un hito político-electoral por sus inesperados y devastadores efectos dando un giro de 360 grados a la política venezolana, constituyéndose en referencia internacional.
Desde su convocatoria, luego de ser subestimada, se desató una incesante guerra política e institucional en su contra conformada encabezada por el Oficialismo en alianza con Alacranes, Falsos Opositores, CNE, TSJ y Fiscalía, cuyas actuaciones, acciones y estrategias fracasaron en su – obsesionada pretensión de impedir que se realizarán, sucediendo todo lo contrario, resultaron un éxito rotundo.
Parto de un nuevo liderazgo
En términos de gestación, las primarias – que ganó de manera holgada y contundente María Corina Machado (MCM) – fueron el parto de un nuevo liderazgo político, cerró e inició un nuevo ciclo de la política enterrando la vieja y degradada política, cuyos actores viejos y nuevos persisten en mantener haciendo el juego al Oficialismo.
Se trata de un nuevo liderazgo, que no tiene nada que ver con lo político-partidista-clientelar-ideológico, está basado en valores y principios ciudadanos como son, la verdad, el respeto, la confianza, la honestidad, la inteligencia, la coherencia y el compromiso con la familia y el país, su libertad y democracia, como interés supremo de toda lucha
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Protagonismo ciudadano
Además las primarias despertaron el interés ciudadano en lo político-electoral, actualmente convertido en un activo actor político transformado en una «Fuerza Ciudadana» superando con creces a las otroras militancias de AD y COPEI, y sin duda la del PSUV, cuya militancia el 90% es clientelar, mas no su capital electoral, tal como quedó demostrado el 28-JULIO.
Retos: referendo consultivo – elecciones presidenciales
El primer reto de ese nuevo liderazgo lo represento el referendo consultivo, y lo superaron, posteriormente el desafío más importante para las fuerzas opositoras como fueron las elecciones presidenciales del 28-JULIO con todos los obstáculos habidos y por haber, obteniendo una aplastante victoria eligiendo a Edmundo González, como presidente electo, de acuerdo a los escrutinios públicos en las 3026 mesas de votación durante la tarde-noche.
Posterior al 28-JULIO hasta la fecha todos esos efectos de las primarias se han convertido en instrumentos estratégicos y muro de contención para hacer respetar la soberanía popular expresada el 28-JULIO de cara a la toma de posesión del 10 de enero de 2025, lucha encabezada por ese nuevo liderazgo que encarna MCM con el apoyo de la comunidad internacional.
Debacle del Oficialismo: errores y fracasos
Las primarias también fue el parto del origen de la debacle política-electoral del Oficialismo, que se ha expresado en fracaso tras fracaso, tras no solo poder impedir las primarias sino evitar que su militancia participara representando un socavamiento en sus bases, que prendió las alarmas del PSUV – GPP, y una importante contribución para la masiva participación y triunfo de MCM.
Posteriormente, fracasaron es su estrategia para restar los efectos de las primarias convocando el referendo consultivo sobre El Esequibo para mover la fibra nacionalista, proceso que no logró motivar mucho menos movilizar a la población, de nada les sirvió el invento con que debutó Elvis Amoroso al anunciar fantasiosamente que habían participado 10 millones de electores.
Luego, pensaron que con la inhabilitación de MCM y su inmediata sustituta Corina Yoris la oposición se quedaría sin candidatura presidencial, o en su defecto, un candidato potable para su conveniencia, también fracasaron porque la oposición no solo logro inscribir a Edmundo González, sino que según las actas de escrutinios presentadas ante la OEA por el Centro Carter y recientemente por la Plataforma Unitaria democrática (PUD) gano con amplia ventaja sobre Nicolás Maduro.
De cara a la toma de posesión la debacle del Oficialismo, los mantiene contra la pared, ya que no han logrado legitimar la proclamación presidencial del CNE y la validada por la Sala Electoral del TSJ tanto dentro como en el contexto internacional en el cual no ha sumado al de Rusia, China, Cuba, Nicaragua y Bolivia.
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