Un brote de hepatitis E en Namibia dejó al menos 14 muertos en la zona de la capital, Windhoek, y las autoridades alentaron de que se extiende ya hacia el norte del país, donde se confirmó otra víctima mortal más. EFE
En total, se tiene constancia de cerca de 500 casos registrados en los asentamientos informales de las afueras de Windhoek, donde comenzó el brote hace unos meses, informaron medios locales.
Hasta ahora, el brote estaba centrado en esa área del centro del país, pero el pasado viernes falleció también una paciente en la región septentrional de Omusati.
Allí, según fuentes oficiales consultadas por el diario The Namibian, se confirmaron otros 10 casos y 41 personas permanecen en observación.
Estos nuevos contagios están relacionados con el festival tribal de Omagongo, que se celebró el pasado fin de semana en esa zona.
Los síntomas de esta enfermedad -uno de los tipos menos conocidos de hepatitis- comprenden color amarillento en la piel, orina oscura y fatiga extrema, entre otros.
Su transmisión se ve favorecida por la contaminación del agua y por la falta de higiene y de adecuadas estructuras de saneamiento.
Por ello, se da más frecuentemente en países con menos recursos aunque su zona de mayor prevalencia es Asia oriental y meridional.
La semana pasada, en su último informe sobre la situación humanitaria del sur de África (con datos de abril y marzo), la Oficina de la Organización de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) llamó la atención sobre este brote en Namibia.