Un tiroteo en un bar de Thousand Oaks (California) dejó al menos 12 muertos y 10 heridos, informó la policía local. Según diversos reportes, el tiroteo comenzó alrededor de las 23.20 del miércoles, hora local, en el bar Borderline, situado unos 65 kilómetros al noroeste de Los Ángeles.
Las autoridades han identificado al sospechoso como Ian David Long, de 28 años, que también murió en el incidente. Se cree que este veterano del ejército de Estados Unidos, residente en la zona y con trastornos mentales, se suicidó dentro del bar. La policía teme que el número de víctimas mortales vaya en aumento.
Unas 200 personas estaban dentro del local en un concierto de música country. Según el relato de la policía, Ian David Long, vestido de negro, entró en el local tras disparar al guardia de seguridad. Al parecer, Long lanzó una granada de mano antes de empezar a disparar. Las autoridades señalaron que el sospechoso utilizó una pistola semiautomática Glock de calibre .45 con un tambor adicional para poder incluir más balas.
Teylor Whittler, una joven que celebraba su 21 cumpleaños, contó: «Estaba en la pista de baile y oí los disparos, así que miré y de repente todo el mundo empezó a gritar: ‘¡Al suelo!’. «Hubo pánico general, me pisotearon, me quedé tirada en el piso hasta que un chico me agarró y me sacó del lugar«. Algunas personas usaron sillas para romper las ventanas y escapar, mientras que otras se refugiaron en los baños.
Una escena horrorosa
El alguacil del condado de Ventura al que pertenece Thousand Oaks, Geoff Dean, describió la escena dentro del bar como «horrorosa» y añadió que había «sangre por todas partes». Dean explicó que la policía y los equipos de rescate llegaron al lugar menos de tres minutos después de que se produjera la primera llamada de emergencia.
El sargento de la oficina del sheriff Ron Helus intentó entrar en el bar acompañado de un agente de la patrulla en carretera cuando recibió varios disparos. Murió posteriormente en el hospital. Con 29 años de experiencia en el cuerpo policial, Helus estaba casado y tenía un hijo. Se iba a retirar el año que viene.
«Nos entristece a todos y nos revuelve las emociones. Murió como un héroe. Entró para salvar vidas, para salvar a otras personas», declaró el alguacil.