El valerano Adriano González León tras obtener el premio internacional de novela Biblioteca Breve en España, en 1968, colocó a la literatura venezolana en el primer plano en Hispanoamérica, gracias a la novedad que planteaba su obra País Portátil, su primer trabajo narrativo.
Un prestigioso jurado integrado por los escritores Mario Vargas Llosa, José María Castellet, Juan García Hortelano, Salvador Clotas y Carlos Barral, dictó el veredicto, luego de revisar un centenar de novelas enviadas desde diferentes naciones. Este premio lo obtuvo anteriormente el mexicano Carlos Fuentes, por su novela Cambio de piel, el cubano Guillermo Cabrera Infante, por Tres Tristes Tigres, y Mario Vargas Llosa por La ciudad y los perros, un certamen consagratorio.
González León con su novela País Portátil, ubicó a Venezuela en el llamado boom literario latinoamericano, que colocó a la narrativa de esta parte del mundo, en el primer plano de la novelística universal.
Antes, el valerano había publicado el cuento Las hogueras más altas, bajo el sello de Sardio, la segunda edición la prologó Miguel Angel Asturias, editada en Buenos Aires, Argentina. Publicó también Hombre que daba sed bajo los auspicios de Sardio, grupo literario que dio paso al Techo de la Ballena.
País Portátil, novela que fue llevada al cine por Iván Feo, consagró a González León, por la utilización de diversos planos narrativos un tanto cercanos a Joyce, que hilvanó con historias de viejos caudillos trujillanos del siglo XIX que amalgamó con pasajes de la violencia política de mediados de la década de los sesenta. La riqueza del lenguaje, el chispeante juego verbal y la imaginación desbordada, catapultaron al trujillano en el universo literario.
Traducida al francés, italiano, checo, polaco, sueco, País Portátil, fue a fines de la década de los sesenta la novela más leída por los venezolanos.
Adriano González León, perteneció a los grupos literarios Sardio y Techo de la Ballena, al lado de Salvador Garmendia, Francisco Pérez Perdomo, Caupolicán Ovalles, Carlos Contramaestre, Dámaso Ogaz, Ramón Palomares, Alberto Brandt, Juan Antonio Vasco, Edmundo Aray, Juan Calzadilla, entre otros artistas venezolanos y extranjeros.
González León que, amaba entrañablemente a Valera, pronunció el discurso de orden con motivo de su sesquicentenario, pieza oratoria memorable; fue docente de la Escuela de Letras de la UCV, falleció en Caracas a inicios de 2007.