Yonny Serrada, José Antonio Zambrano y José Adelmar Peña recibieron múltiples impactos de bala cuando se desplazaban por La Pica, Santa Isabel, municipio Andrés Bello, la madrugada de ayer. Los vecinos de la zona no se atrevieron a asomarse sino hasta que llegó una comisión de la Policía a custodiar la escena.
Nadie serviría de testigo para las autoridades, los moradores guardan silencio por temor a represalias de las bandas delictivas contra quienes denuncien. Más trabajo para los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), quienes acudieron para colectar pistas de interés criminalístico y levantaron los cadáveres, los cuales fueron remitidos al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) en Valera, para la autopsia de ley.
La investigación apunta hacia una venganza como móvil del triple homicidio, sin embargo, las averiguaciones apenas inician, las declaraciones familiares serían claves para esclarecer los hechos y precisar las causas y autores del crimen.
Se pudo conocer que José Antonio y José Adelmar estaban residenciados en un caserío en la zona, por su parte, de Yonny Serrada estaría de paso, pues tenía régimen de presentación por violencia contra funcionario público registrado en 2015 ante la Subdelegación de Rubio, estado Táchira.
Se desconocen los oficios a los que se dedicaban los hombres, y la relación entre ellos, sus familias no llegaron ayer a la ciudad de las Siete Colinas, la evaluación forense se practicaría esta mañana y entonces podrían reclamar los cuerpos para darles cristiana sepultura.
Sometidos
La ley en la zona baja parece impuesta por grupos delictivos, los moradores no depositan su confianza en los organismos de seguridad, no se atreven a denunciar ni dar testimonios sobre los crímenes que presencian, pues viven bajo amenaza y para resguardar su vida deben guardar silencio.