Roma, 13 dic (EFE).- La Terraza de los Mapas de la Galería de los Uffizi de Florencia (centro de Italia), el lugar donde el gran duque Fernando I quiso plasmar la potencia territorial de los Médici y desde donde se aprecia una de las vistas espectaculares de la ciudad, abre desde mañana al público tras 20 años cerrada y dos años de restauración.
«Después de tanto tiempo, los visitantes podrán disfrutar de una espectacular representación de la Toscana, con más de 1.200 ciudades y pueblos representados. Dos mapas murales de finales del siglo XVI, cada uno de los cuales ocupa una pared entera, con los nombres de las localidades inscritos en oro», señaló en una nota el director del museo florentino, Eike Schmidt.
La belleza del lugar es tal, explican desde el museo, que incluso el director de cine italiano Dario Argento rodó para su película «El arte de matar» («La sindrome di Stendhal», 1996) la escena en la que la protagonista pierde el sentido ante tanta majestuosidad.
En los últimos 20 años se había mantenido cerrada al público, excepto durante una breve exposición en 2014, pero desde mañana podrá ser visitada por solo 20 personas a la vez gracias a un semáforo que regulará las presencias y el tiempo que se podrá estar en la sala.
La Terraza de los Mapas, una sala de unos cien metros cuadrados que pertenece al edificio del museo, fue llamada así porque fue construida originalmente como una logia abierta por el arquitecto Giorgio Vasari, aunque se transformó en un espacio cerrado hacia la década de 1690, cuando Fernando de Médici regresó de Roma, donde era cardenal, para convertirse en el Gran Duque de una Toscana recién unificada tras la victoria de Florencia sobre Siena.
Para celebrar esta conquista y la grandeza de la dinastía, hizo que el cartógrafo Stefano Bonsignori diseñase los mapas de los territorios del Gran Ducado, pintados posteriormente por el pintor Tommas Buti: se trata de dos grandes mapas geográficos, cada uno de los cuales ocupa toda una pared y que representan minuciosamente las posesiones de los Médici.
Explican desde el museo que era un lugar especial donde Fernando I solía llevar a sus invitados más ilustres para asombrarlos con la belleza y la inmensidad de sus dominios y además también hizo trasladar a esa sala los frescos del techo del Palazzo di Firenze donde vívía en Roma realizado por el pintor Jacopo Zucchi, mientras que en una tercera pared hay un mapa pintado de la isla de Elba, realizada a mediados del siglo XIX, después de que la original se perdiera durante una reconstrucción.
La restauración y rehabilitación ha sido «un proceso largo y complejo que ha durado más de dos años por un coste total de más de 700.000 euros, de los cuales cerca de medio millón fueron donados por los Amigos de las Galería de los Uffizi».