El 27 de mayo del 2015, los dirigentes de fútbol mundial estaban Suiza en la antesala de lo que sería la reelección de Joseph Blatter. Pero muchos de los protagonistas no llegaron a levantar la mano en la elección de la FIFA. La Interpol llegó al hotel Baur Au Lac para realizar una redada de alcances inesperados. Una investigación del FBI y del Departamento de Justicia de Estados Unidos acababa de destapar el escandaloso FIFA Gate. Se cumplen cinco años del inicio de la causa donde estuvo involucrado el ex presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), Rafael Esquivel Melo.
Fraude millonario
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó de cohecho, fraude y lavado de dinero vinculados con la venta de derechos de transmisión, marketing y patrocinio para América de las competencias organizadas por la FIFA. Se estimaba que el fraude alcanzó los 150 millones de dólares. La investigación del FBI había comenzado en 2011 con el aporte del dirigente arrepentido Chuck Blazer (miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA y ex secretario general de la Concacaf). En un comienzo fueron 14 los imputados, nueve con cargos de la FIFA y cinco empresarios relacionados con el fútbol.
Esquivel “bajo fianza”
Un juez de Nueva York otorgó el arresto domiciliario al venezolano Rafael Esquivel, exvicepresidente de la Conmebol procesado en el caso de corrupción en la FIFA, a cambio de una fianza de siete millones de dólares, jueves 10 de marzo de 2016.
También expresidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Esquivel fue extraditado desde Zúrich (Suiza), donde había sido arrestado el 27 de mayo de 2015, y se declaró inocente en los tribunales federales de Brookyln.
En una audiencia en la misma corte, el juez Raymond Dearie y la fiscalía aceptaron el paquete de fianza de siete millones de dólares, incluyendo dos millones de dólares en efectivo y garantías de propiedades, presentado por el abogado de Esquivel, David Goldstein. Las condiciones del arresto domiciliario incluyen que Esquivel permanezca en el área de Nueva York y Florida (sur de Estados Unidos), con brazalete electrónico y monitoreo por circuito cerrado de televisión las 24 horas del día. Además, entregó todos sus pasaportes al FBI.
Ese día histórico para el fútbol venezolano, Esquivel, de 69 años, se presentó ante el juez vestido con camisa y pantalones verdes de presidiario y siguió las discusiones de pie junto a su letrado. En la sala estuvieron presentes dos hijos suyos, que salieron como garantes de su padre. Las propiedades presentadas en la fianza pertenecen al exmandamás del fútbol venezolano o a empresas en las cuales es socio él o familiares. Esquivel, de 69 años y acusado entre otros cargos de asociación delictiva y conspiración para lavado de dinero, fue el último extraditado a Estados Unidos por el caso FIFA Gate que permanecía detenido.
¿Qué paso con Blatter?
Dos días después de la redada de Interpol, fue reelegido. Pero luego, acorralado por las acusaciones, el 2 de junio dejó el sillón de mando de la FIFA. Terminó siendo sancionado con seis años de suspensión de toda actividad relacionada con el fútbol por un sospechoso pago que realizó al ex presidente de la UEFA Michel Platini, que recibió la misma sanción. El 26 de febrero de 2016, la FIFA pasa a estar presidida por Gianni Infantino.
El aporte de la Conmebol
En el 2017, la Conmebol presentó una auditoría interna en la que reveló sobornos. En el período 2010 al 2015, se traspasaron 128,6 millones de dólares, de los cuales 26,9 millones de dólares fueron desviados desde dos cuentas de la Conmebol a dos cuentas personales que el ex presidente de la entidad, Nicolás Leoz, tenía en el Banco de Brasil.
La compra de votos
En el último informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos se afirmó que las votaciones que designaron a Rusia y Qatar para ser sedes de los Mundiales de 2018 y 2022 estuvieron acompañadas de irregularidades, sobornos de más de un millón de dólares «Rusia obtuvo de manera totalmente legal el derecho a organizar el Mundial. No estuvo ligado a sobornos, desmentimos eso categóricamente», respondió en abril de este año el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. El gobierno qatarí también negó las acusaciones.