Hace pocos días se cumplió el 50 aniversario de la graduación de la II Promoción de Peritos de la Escuela Técnica Agropecuaria de “Sabana de Mendoza” (ETA), ubicada en el municipio Sucre, acto en el cual egresó un importante número de excelentes profesionales, quienes a lo largo de todo este tiempo han servido no solo como guías, ductores y forjadores de los mejores hombres del campo, sino que además llevaron sus conocimientos en favor del desarrollo socio-económico y educativo de nuestra región.
El profesor Ernesto Materán, fue uno de los estudiantes que recibió tan honrosa distinción profesional, y hoy en día rememora con mucho orgullo los tiempos en las aulas de la ETA y luego su paso a la faceta de educadores en materia agrícola y pecuaria convirtiéndose indudablemente en ciudadanos ilustres.
Un poco de historia
El 9 de agosto de 1969 -nos cuenta Materán- recibió sus títulos un grupo de hombres y mujeres que han dejado honda huella positiva y de provecho colectivo dentro y fuera de nuestra región, quienes seleccionaron como padrino honorario del acto académico al notable científico y médico veterinario venezolano Eduardo Cardone, además del padrino oficial de grado, profesor José Rondón Sosa, también hombre de altísimos quilates ciudadanos.
Materano recuerda y felicita a los integrantes de este grupo, particularmente a quienes todavía están dando quehacer en su ininterrumpido trabajo y a quienes han partido de nosotros, por quienes eleva una plegaria al Altísimo, sin dejar de reconocer a los fundadores de la ETA-Sabana de Mendoza, identificados en esa oportunidad como el Comité Pro-Escuela , entre ellos su presidente Omar Briceño, el vicepresidente, presbítero Fidel Henríquez, el tesorero Diógenes Cardozo, el Secretario de Organización Numa Baptista y los Vocales presbítero Ricardo Villegas, Miguel Olivares, Antonio Cañizález, Edén Maldonado y Ana de Maldonado. El asesor fue el también destacado dirigente Gerardo Parrillo.
Nómina de lujo
No podemos dejar de nombrar a los integrantes de la promoción, los entonces “nuevos peritos” Oscar Araujo, Benito Baptista, Eglee Briceño, Adelmo Calderón, Dolia Cardozo, Alberto Castellanos, José Castellanos, Enoé Castillo, Asdrúbal Delgado, Norka Galicia, Luisa González, Ramón González, Maritza León, Antonio Martínez, Ernesto Materán, Gilberto Márquez, Leonarda Maaz, Edilberto Mora, Ramón Moreno, Rubén Oropeza, Manuel Paz, Héctor Pernía, Víctor Perdomo, Aracelis Rodríguez, Ramón Sandoval, Omar Sánchez, Rafael Santiago, Jesús Salas, Rafael Simancas, Baldomero Sosa, Juan Toro, Rodrigo Torres, Alberto Uzcátegui, Duilio Viloria, Reina Viloria y Selis Vielma.
Todos ellos, estuvieron por cuatro años, sorteando las dificultades naturales de la época para coronar ese anhelado sueño profesional en la Venezuela prometedora que vislumbraba un futuro promisor a nivel de la agroindustria y la producción pecuaria, tiempo en el cual fungía como director el destacado profesor Pablo Chirinos, respaldado por un equipo docente de alta factura, donde destacamos también a Pedro E Montilla (Coordinador), Numa Rodríguez, Vicente P Matheus, Avilio Stanislao, José W Ojeda, Luis Pacheco, Misael Villegas, Jesús Rodríguez, Juan J Coronado, José Rondón, Antonio Montilla, Luis Prieto, Eudes Matheus y Juan F Mendoza.
Organismos como el Instituto Agrario Nacional (IAN), Banco de Desarrollo Agropecuario (Bandagro), Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), Icap, Inagro, Ince y Corpoandes tuvieron la gran suerte de tener en sus equipos institucionales a estos baluartes, quienes hoy recuerdan en sus bosas de oro los 50 años de aquel acto hermoso y sublime. Como dijimos muchos de ellos ya partieron, otros continuaron carreras universitarias y tomaron caminos diferentes, mientras un grupo importante aún sigue vigente, pero queda en el recuerdo la hermosa experiencia de compartir sueños, ideas, experiencias y coronar una de las mayores metas en la Venezuela que ya se fue. Vaya desde este espacio, el reconocimiento sincero y la doble felicitación, de parte de sus integrantes y del profesor Ernesto Materano, quien guarda en su corazón el recuerdo sublime y la honra de haber cumplido con la patria… ¡Enhorabuena!