El área de Neonatología del Hospital Universitario “ Dr. Pedro Emilio Carrillo” de Valera, vuelve a ser noticia, no porque se hayan remediado las cosas tras las reiteradas denuncias hechas sino ante el alarmante número de niños recién nacidos fallecidos por diversas causas, cuya cifra en lo que fue el año 2020 se fija en 314 decesos, siendo la contaminación general de ese nosocomio, uno de los factores del fenómeno nefasto que provoca diversas infecciones y variados tipos de sépsis a los pequeños que recién llegan al mundo. A ello sumamos la desnutrición y los problemas cardio-respiratorios, muy de “moda” en esta época de pandemia y que termina con muchas vidas antes de que se inicie este proceso natural de los seres humanos.
Así lo asevera Giovanni Vielma, quien indica que si nos vamos a los cuadros estadísticos y a la numerología para medir el impacto de estas muertes en bebés recién nacidos encontraremos que de los 365 días que tuvo el año, hasta este 31 de diciembre ha fallecido un total de 314 pequeños, lo que refleja que murió un niño en ese centro de salud por cada día y cuarto que pasó en el calendario del atípico 2020
Exonera de culpa de este nefasto fenómeno, al valioso personal que allí labora, quienes prácticamente están trabajando con las “uñas”, especialmente con los casos de Covid que también se elevaron de manera alarmante en el año que recién culmina y donde doctores, enfermeras, enfermeros, camilleros y todo el personal de hospitales y ambulatorios se han convertido en verdaderos “super-héroes” .
Peticiones que no son atendidas
El dirigente de Sindicato de la Salud, Giovanni Vielma, reiteró que para enfrentar este flagelo de muertes en la población infantil “es necesario dotar de equipos médicos a los profesionales de medicina y al personal paramédico que trabaja en ese servicio, quienes requieren de las mascarillas de oxígeno, atuendos de quirófano debidamente esterilizados, equipos para emergencias, la dotación periódica de medicamentos, implementos como gorros, guantes quirúrgicos, material de limpieza y un adecuado sistema de atención a la lencería que allí se utiliza.
En el hospital se necesitan muchas cosas
“Hemos denunciado, la necesidad de que los gobiernos regional y nacional le metan no solo la lupa a lo que está ocurriendo en el HUPEC , sino también “metan la mano amiga” para solventar el déficit de material médico-quirúrgico muy importante en estos casos tan delicados y por supuesto salarios dignos para todo el personal”- agregó el dirigente sindical.
Recordó Vielma, que la prensa regional se ha hecho eco de la contaminación existente en los sótanos y varios pabellones y áreas de hospitalización del principal centro de atención de salud primaria, así como de maternidad, emergencias, hospitalización y tratamiento. Sin embargo, el estado de deterioro que ha sufrido la edificación es progresivo.
Sinceramente, que además del colapso por el nuevo rebrote de casos de Covid-19 en el referido nosocomio, la infraestructura física luce deteriorada, con varias áreas abandonadas a su suerte. Así mismo en la parte tanto interior como exterior los promontorios de basura están a la “orden del día”, y hasta los beodos y noctámbulo de las adyacencias lo han tomado como baño público o recinto de zagaletones.
El “Pedro Emilio Carrillo” dista mucho de ser aquel centro hospitalario orgullo de los valeranos en las décadas de los años 60, 70 y 80, cuando hasta se pensó elevarlo a rango de Hospital Centro-occidental para atender casos de emergencias y hospitalización no solo del estado Trujillo, sino de regiones vecinas como Mérida, Trujillo, Lara, Yaracuy, Zulia, Barinas y Portuguesa.
Recordamos con mucha nostalgia la presencia de notables galenos como el propio Pedro Emilio Carrillo, Rafael Isidro Briceño, el doctor José Vasallo Cortés, Luis Omar Rojas, Gustavo Nava, Romer Rubio, Nacho León, José Gil Manrique, Evencio León Tang, Dixon Romero, doctor Raúl Díaz Castañeda, Francisco Marval, el doctor Zabala, doctor Rixio Chacín Parra, doctor Antonio José Pérez Quintero, doctor Hernán Castellanos, doctor Pérez Bencomo, doctor Vielma, doctor Basco Bracamonte, entre otros profesionales con mucha mística y excelente calidad humana y social.
Vielma subraya que con el retorno de la doctora Jaqueline Peñaloza de Rangel, amplia conocedora de la situación en el Sistema de Salud del estado Trujillo, puede que se corrija muchas cosas, y llegue por fin la ansiada dotación de material y equipos, además del debido control de lo que se maneja y de quién o quiénes lo manejan.
“La pulcritud y honestidad son muy necesarias, pero también es muy necesaria la dignificación del personal médico y paramédico, ya que los salarios son de miseria, no alcanzan para nada y de paso la actual crisis y la hiperinflación se lo llevan todo”.
En síntesis, podemos señalar que para contrarrestar el exagerado número de decesos en los niños recién nacidos, urge realizar una revisión exhaustiva de cómo funciona cada unidad y zona específica, controlar el ingreso y salida de material, realizar un amplio programa de limpieza y rescate de las áreas interiores y exteriores de la edificación y por supuesto reponer y actualizar equipos, como en los casos de la Hemodiálisis, los Rayos X, Área de Ultrasonido, Resonancia Magnética, sótanos, calderas y la limpieza y descontaminación permanente de las áreas de Neonatología, Emergencia de Adultos, Emergencia Pediátrica, Unidad de Cuidados Intensivos, Hospitalización y Trauma Shock.
En este 2021 esperamos se revise esta situación y el “Pedro Emilio Carrillo” recupere parte de sus años de gloria, de su calidad humana y social, como el centro de salud y alivio más importante de nuestra región…¡ Amanecerá y veremos!!!.